Nueva diana para el tratamiento de una inmunodeficiencia rara

Detección de los receptores CXCR4 (verde) en células embrionarias de riñón
CSIC
Actualizado: viernes, 27 febrero 2015 18:41

MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El grupo del doctor Santos Mañes en el Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con investigadores de Harvard Medical School de Estados Unidos, han descubierto que la proteína filamina A es esencial para contrarrestar las mutaciones que originan el síndrome de WHIM.

Se trata de una inmunodeficiencia congénita rara caracterizada por una neutropenia severa, una linfopenia de células B, hipogammaglobulinemia, infecciones bacterianas y virales recurrentes, y retención de neutrófilos en la médula ósea (mielocatexis).

WHIM es un acrónimo de los principales síntomas de la enfermedad: verrugas (Warts, en inglés), que se originan por infecciones crónicas con el virus del papiloma humano, hipogammaglobulinemia, infecciones y mielocatexis. Su prevalencia o incidencia en la población general es desconocida, aunque es extremadamente baja, en torno a 0,2 por millón de nacimientos.

De hecho, sólo se han descrito unos 60 casos en la literatura médica, la mayoría en países del sur de Europa (Francia e Italia) y en Estados Unidos. Hasta el momento no se han reportado casos de este Síndrome en España.

MUTACIONES EN EL GEN QUE CODIFICA PARA EL RECEPTOR 'CXR4'

El síndrome de WHIM se origina como consecuencia de mutaciones en el gen que codifica para el receptor de quimiquinas 'CXCR4', una proteína de la superficie de las células sanguíneas, que se activa de forma transitoria tras unirse a otra proteína llamada 'CXCL12'. De hecho, la activación de 'CXCR4' hace que este se introduzca dentro de las células (un proceso llamado endocitosis) provocando así el apagamiento de la señal.

Las mutaciones asociadas al síndrome de WHIM imposibilitan que 'CXCR4' se internalice en la célula, haciendo que el receptor esté funcionando continuamente. En este sentido, la filamina A es esencial para que el 'CXCR4' permanezca funcionando continuamente en los pacientes con síndrome de WHIM.

Filamina A es una proteína encargada de anclar los receptores de membrana al esqueleto celular y, a pesar de que los expertos ya sabían que era capaz de unirse una porción terminal de 'CXCR4', usando estrategias bioinformáticas han encontrado que filamina A también se une a otra región de CXCR4, llamada bucle intracelular 3.

Una unión que hace que el receptor se mantenga funcionando por más tiempo en la superficie de las células. Así, cuando los investigadores impidieron la unión de filamina A al bucle intracelular 3 de receptores con Síndrome de WHIM, estos receptores se internalizaban y recuperaban su función normal.

Por tanto, los resultados obtenidos señalan que fármacos que consigan bloquear la interacción entre filamina A y el 'CXCR4' mutado pueden constituir nuevas aproximaciones terapéuticas para una enfermedad para la que no existe tratamiento en la actualidad.