¿Qué debemos hacer ante un tapón de cera?

Tapón en el oído
Tapón en el oído - VOYAGERIX - Archivo
Actualizado: miércoles, 27 enero 2021 13:12

   MADRID, 27 Ene. (EDIZIONES) -

    La cera de los oídos, también llamada cerumen, es una secreción de las glándulas del conducto auditivo externo, que sirve como mecanismo de defensa del oído. Además, tiene propiedades antibacterianas y ayuda a evitar infecciones como la otitis.

   "Esta cera se elimina de forma natural desplazándose a través del conducto auditivo externo hacia el exterior", explica en una entrevista con Infosalus la doctora Rocío González, vocal de la comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), si bien señala que en algunas ocasiones este mecanismo de limpieza falla y la cera se acumula formando los indeseables tapones de cera.

   Además, sostiene que hay personas con más riesgo de que se formen estos tapones de cerumen por tener conductos más estrechos o tortuosos, con abundante vello, o con algún tipo de alteración dermatológica. "También los portadores de audífonos, así como los usuarios de bastoncillos son más proclives a la formación de tapones, ya que pueden provocar que la cera se introduzca hacia el tímpano favoreciendo su acumulación", aclara.

   ¿Cómo darnos cuenta entonces de que tenemos un tapón de cera? La doctora González mantiene que si es de pequeño tamaño es muy posible que no se presente sintomatología alguna; si bien, si es de mayor tamaño y obstruye el conducto por completo se podrá notar una sensación de taponamiento hasta que sea extraído dicho tapón.

   "También se puede presentar la sensación de que al hablar retumba la propia voz más de lo normal (autofonía), o que se mueve algo dentro del oído al masticar, o al tirar de la oreja. Es muy frecuente que, en los meses de verano con los baños, el tapón se hidrate y crezca tanto que produzca una pérdida de audición repentina", agrega la otorrinolaringóloga.

   Por eso, anima a los pacientes a que, en el momento en el que aparezca alguno de estos síntomas, acudan al médico de atención primaria para su extracción. "En el caso de que sea dificultosa será derivado al médico especialista", precisa la miembro de la SEORL.

   En este sentido, González explica que el método más habitual para sacar un tapón de cera es el lavado mediante irrigación con abundante agua templada para extraerlo. "En el caso de pacientes con antecedentes de cirugía de oído, o con sospecha de perforación, no puede utilizarse este método, y tiene que realizarse la extracción mediante aspiración o instrumental por parte del especialista", apostilla.

   Ve recomendable igualmente ablandar la cera previamente a la extracción con cerumenolíticos, unos productos que se pueden encontrar en la farmacia y que se basan en algún tipo de aceite o de agua oxigenada, haciendo que el tapón no esté tan compacto y sea eliminado fácilmente.

¿DEBEMOS, POR TANTO, LIMPIAR NUESTROS OÍDOS?

   Con todo ello, la miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología advierte de que "como norma general no debemos limpiar la cera de nuestros oídos". Según recuerda, un afamado otorrinolaringólogo recomendaba a sus pacientes limpiarse los oídos 'con los codos', y a su juicio, "no le faltaba razón en tal afirmación".

   Eso sí, la doctora González sostiene que en los casos particulares de problemas dermatológicos del conducto auditivo, es el especialista el que tiene que pautar un tratamiento para mantener la salud de dicha zona.

    Aquí resalta que el uso de bastoncillos es "un gran error", pese a la creencia popular de que son súper útiles para la limpieza de la cera de los oídos, ya que, según avisa, "lo único que hacen es impactar la cera hacia el tímpano, llegando a producir en ocasiones heridas en el propio conducto, y en los casos más graves, se puede llegar a perforar la membrana timpánica".

   Los bastoncillos no fueron fabricados para tal fin, según remarca, y son útiles únicamente para limpiar la humedad de los repliegues exteriores de los pabellones auriculares.

   "Otro error es utilizar la conoterapia, es decir, las velas para limpiar los oídos. Tiene riesgo de quemaduras en la cara del paciente y también podemos provocar perforaciones en la membrana timpánica", alerta la experta sobre esta moda.