Los daños colaterales para el corazón de superar un cáncer infantil

Corazón
FLICKR/R CARBONNYC
Actualizado: martes, 5 enero 2016 15:01

   NUEVA YORK, 5 Ene. (Reuters/EP) -

   Investigadores del St. Jude Children's Research Hospital en Memphis, Estados Unidos, han visto que los niños que sobreviven a un cáncer tienen más riesgo de fallo cardiaco en edades tempranas como consecuencia de la exposición a algunos tratamientos de quimioterapia y radioterapia, según los resultados de un trabajo publicado en la revista 'Annals of Internal Medicine'.

   Estudios previos apuntaban a que algunos tratamientos antitumorales como las antraciclinas podían acabar debilitando el músculo del corazón, mientras que también se había visto que la radioterapia puede alterar el ritmo cardiaco y causar daños estructurales en las arterias y las válvulas del corazón.

   Este trabajo refuerza ambas evidencias y además sugiere que muchos supervivientes a un tumor infantil pueden tener problemas cardiovasculares graves incluso relativamente jóvenes, cuando este tipo de dolencias son más difíciles de detectar.

   "Seguir hábitos de vida saludables para el corazón es importante para todos los pacientes, pero debe ser más importante para quienes superan un cáncer infantil porque su riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca de forma precoz es mayor", ha explicado Daniel Mulrooney, autor de la investigación.

   Para analizar la prevalencia de problemas cardiacos en estos casos, Mulrooney y su equipo analizaron datos de 1.853 adultos que habían sobrevivido a un cáncer durante su infancia que estaban en tratamiento para alguna enfermedad cardiovascular tras haberse sometido a una revisión cardiaca.

   La mitad de los participantes tenían menos de ocho años cuando se les diagnosticó el tumor y, en el momento de su evaluación cardiaca, la mitad tenían más de 31 años.

   Más del 82 por ciento de los participantes había recibido antraciclinas durante su tratamiento contra el cáncer y más del 20 por ciento acumuló una dosis elevada de esta quimioterapia que se asocia a un mayor daño del corazón.

   Asimismo, menos de la mitad de los supervivientes había recibido radioterapia, el 22 por ciento en dosis elevadas también asociadas a un mayor riesgo de complicaciones.

LA PREVALENCIA AUMENTABA CON LA EDAD

   Al cruzar los datos, vieron como la prevalencia de enfermedades cardiacas aumentaba con la edad, oscilando del 3 al 24 por ciento entre los supervivientes de 30 a 39 años, y de 10 al 37 por ciento entre los participantes de más de 40 años.

   En términos generales, el 7,4 por ciento de los supervivientes tenían una miocardiopatía o una enfermedad crónica del músculo del corazón, y el 3,8 por ciento tenía una enfermedad en las arterias coronarias. Además, el 28 por ciento presentaba un ensanchamiento o estrechamiento de las válvulas del corazón y el 4,4 por ciento presentaba algún tipo de arritmia.

   Sin embargo, muy pocos supervivientes tenían síntomas y muchos de ellos no fueron diagnosticados con problemas de corazón hasta que se sometieron a la evaluación cardiovascular con motivo del estudio. Los autores reconocen que una de las limitaciones del estudio es que sólo incluyó a los pacientes que habían sobrevivido a un cáncer, por lo que era imposible compara su riesgo con pacientes sanos.

   Además, reconocen que actualmente hay protocolos de tratamiento más actualizados que los que recibieron estos pacientes, precisamente para reducir la exposición a quimioterapia y radioterapia para evitar que puedan resultar dañinas para el corazón.

   De hecho, en los últimos años se están utilizando fármacos que precisamente permiten minimizar su riesgo futuro de problemas cardiacos, ha añadido Jean-Bernard Durand, director médico del servicio de cardiomiopatía en la Universidad Texas MD Anderson Cancer Center en Houston, que no participó en el estudio.