El investigador Germán Orizaola destaca la importancia de la investigación básica para afrontar futuras pandemias

Mantis religiosa
Mantis religiosa - EUROPA PRESS - Archivo
Actualizado: miércoles, 24 junio 2020 10:22

El confinamiento ayudó a ver "cómo de incordio somos" los humanos para el resto de especies

OVIEDO, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

El investigador del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad dependiente de la Universidad de Oviedo y el CSIC Germán Orizaola, ha destacado este miércoles la importancia de la investigación básica en el campo de la biología para afrontar futuras pandemias como la actual provocada por el virus SARS-CoV-2.

Orizaola participará este jueves en el segundo de los 'Transfer de la Cámara' online, organizado por la delegación asturiana del CSIC y la Cámara de Comercio de Oviedo, donde hablará de la 'Biodiversidad en tiempos del COVID19'. En unas declaraciones a Europa Press, ha destacado la importancia de "investigar y seguir investigando" en biodiversidad en un momento en el que se está produciendo una pandemia por un virus cuyo origen es animal.

Conocer a través de la investigación básica las especies que pueden ser transmisoras de virus, ha asegurado el biólogo, "nos preparará mejor para las siguientes pandemias que vengan". Tras esta, ha dicho, "queda muy claro" que es necesario apoyar la investigación básica como "mejor herramienta de defensa" frente a cualquier problema.

LOS CAMBIOS EN LA BIODIVERSIDAD DURANTE EL CONFINAMIENTO HAN SIDO TEMPORALES

Orizaola, que es el responsable del equipo de la Universidad de Oviedo que investiga los efectos de la radiación en la biodiversidad de Chernobyl, ha explicado que los cambios que se han producido en la flora y la fauna asturiana y española durante el confinamiento han sido "temporales" como consecuencia de la falta de presencia humana en el medio.

El cambio, ha señalado, se ha visto más en ambientes urbanos que en los rurales, donde la actividad "se ha reducido menos". En las ciudades, ha agregado, muchos de los parques se han dejado de podar y segar con tanta asiduidad como se hacía antes de decretarse el confinamiento, lo que ha favorecido que creciera más vegetación, que a su vez ha atraído a más insectos polinizadores como mosquitos, polillas, abejas o mariposas. Ha favorecido también el incremento del número de aves, aunque no han llegado nuevas especies, lo que evidencia, a su juicio, que "con medidas muy sencillas" como "dejar de segar tanto" se podría conseguir tener parques con mucha más biodiversidad.

Ha reducido al plano de las anécdotas la presencia de animales "poco frecuentes" que se han podido avistar en espacios urbanos durante el mes y medio que estuvo prohibido salir de las casas salvo para trabajar o ir a hacer la compra. Orizaola ha explicado que, si bien la falta de coches, ruido y personas han contribuido a que especies que habitan en espacios periurbanos como los jabalíes se acerquen más a los núcleos urbanos, la situación ha vuelto a la normalidad conforme se ha ido recuperando la movilidad. Esto, ha explicado, "da idea de lo rápido que pueden cambiar las cosas en un sentido y en el otro".

"AHORA SABEMOS QUE PODEMOS REDUCIR DE MANERA RADICAL LOS GASES DE EFECTO INVERNADERO"

Sí ha sido notoria para el investigador la reducción de los gases de efecto invernadero en los momentos de mayor paralización de la actividad a nivel europeo. Considera Orizaola que el cese de la mayoría de vuelos y del uso del transporte privado en toda Europa durante la pandemia ha provocado un "descenso brutal" de la concentración de gases de estas características.

Este "rápido" descenso, ha alertado Orizaola, "se recupera de nuevo muy rápido", pero ha dado idea del "potencial" para inducir este tipo de cambios. "Sabemos que podemos reducir de manera radical los gases de efecto invernadero en pocos días y nos da pistas de cómo actuar si queremos que realmente eso sea un objetivo", ha señalado.

Aunque la reducción de la contaminación no ha llegado a tener efectos sobre la biodiversidad por el corto espacio de tiempo en el que ha ocurrido, sí ha permitido, "a escala de paisaje", apreciar los cambios. Ha mencionado en este punto ejemplos como la capa de contaminación de Madrid, que ha desaparecido dejando visible el paisaje de la sierra desde el centro. "El impacto sobre el ecosistema es muy pequeño, tiene que llevar más tiempo para que tenga un impacto que se pueda medir", ha añadido.

EL CONFINAMIENTO HA AYUDADO A VER "CÓMO DE INCORDIO SOMOS" PARA OTRAS ESPECIES

Para el investigador, el tiempo en el que los españoles han permanecido en sus casas por la pandemia ha ayudado a ver "cómo de incordio somos" los seres humanos para el resto de especies.

Los datos recogidos es una situación como la vivida este tiempo, ha explicado, ofrecen la posibilidad de ver "hasta qué punto la simple presencia de los humanos tiene impacto sobre el comportamiento y la actividad de muchas especies".

LOS TRANSFER DE LA CÁMARA

Los Transfer son encuentros entre científicos y empresarios,
organizados por la Delegación del CSIC en Asturias y la Cámara de
Comercio de Oviedo, con el propósito de facilitar un lugar de
encuentro para intercambiar ideas y facilitar una transferencia
tecnológica de calidad. Actualmente se hacen
online y han pasado de ser una jornada de encuentro presencial que
duraba toda una mañana, a ser un encuentro entre cuatro o cinco expertos moderado por la Delegada institucional del CSIC en Asturias Ángeles Gómez.

La organización prevé organizar otros dos encuentros enfocados a cómo han variado las investigaciones por la COVID-19. Todos ellos bajo el epígrafe 'Estrategias de Transferencia'. El 18 de junio se celebró el primero, sobre virología, y las próximas semanas se celebrarán otros dos enfocados al medio ambiente y emisiones y a los sistemas de detección y salud.