Tipos de meditación y artes marciales: ¿cuál me conviene?

Cinco consejos para empezar con el yoga
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Actualizado: martes, 10 noviembre 2015 11:15

   MADRID, 8 Nov. (INFOSALUS) -

   Encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente, dejando atrás el estrés diario y ganando una excelente forma física es posible con entrenando cuerpo y la mente, gracias a las práctica de las artes marciales. El Tai Chi, el Yoga, el Pilates e incluso el Taekwondo, son disciplinas derivadas de las artes marciales que pueden ayudar a recuperar la forma física, así como la estabilidad emocional.

BENEFICIOS DE LAS ARTES MARCIALES

    "Las artes marciales van más allá del combate, gracias a ellas podemos fortalecer la mente gracias a la concentración, a la disciplina y al compañerismo", advierte David Escribano, entrenador nacional de Taekwondo y Coordinador de GO fit.

   Además, no se trata de ejercicios de gran intensidad, con lo que es más fácil seguir su práctica y la edad no suele suponer una traba. "Practicándolo una media de 2 a 3 veces por semana, apreciaremos beneficios psicológicos como la tranquilidad, la seguridad y la confianza en uno mismo, a la vez que tonificamos nuestro cuerpo", añade este experto.

   No todas son iguales por eso conviene saber en qué consiste cada una, no obstante todas pueden ayudarte a mejora las condiciones físicas, a la vez que ayudan a forjar el carácter, aumentan la autoconfianza, enseñan a relajarse y a mantener la concentración y el dominio sobre uno mismo.

¿CUÁL ME CONVIENE?

   Pilates

   Este método fue creado por el alemán Joseph H. Pilates a comienzos del siglo XX, aunque su auge se ha producido en los últimos 20 años. El pilates consiste en practicar diferentes especialidades y actividades físicas como la gimnasia o el yoga para lograr un completo control de la respiración, de la mente y del cuerpo.

   El objetivo principal de esta actividad es reforzar la musculatura y aumentar el control, la fuerza y la flexibilidad, sin embargo, a pesar de ser una actividad pausada, también ayuda a mantener un peso equilibrado. Además, quien lo practica destaca que tonifica el cuerpo sin aumentar el volumen muscular, lo que consigue estilizar la figura, y corrige hábitos posturales incorrectos.

   Yoga

   El yoga es originario de la India, allí se práctica desde hace más de 5.000 años, con el objetivo de aunar cuerpo, mente y espíritu. Este tipo de disciplinas se convierten en una herramienta de higiene mental, un camino de crecimiento personal y una gran ayuda para afrontar los retos del día a día.

   Con sencillas posturas y en sesiones de 60 minutos la persona que los practica se beneficia de las bondades del yoga a nivel mental, espiritual y corporal. Ayuda a aliviar tensiones diarias, mantener a raya tu peso corporal, encontrar la paz interior, mejorar las relaciones sociales, fortalecer el sistema muscular y lograr una buena postura corporal.

   Taekwondo

   Es un arte marcial coreano muy dinámico, que podría tener su origen en el año 50 d.C. En el prima el trabajo cardiovascular, junto con la mejora de flexibilidad, elasticidad, coordinación y también psicomotricidad en las edades más tempranas. Se basa en el respeto y la confianza en uno mismo y en el equipo, y la constancia y la disciplina son sus dos puntos clave.

   Es un método de defensa personal sin arma, aunque ese no es su fin último. Quien los practica mejora la resistencia y fuerza muscular; aumenta la elasticidad o flexibilidad; potencia el conocimiento y la coordinación del propio cuerpo, y mejora el autocontrol.

   Tai chi

   También llamado el arte marcial de la relajación, es una modalidad terapéutica originaria de China y relacionada con el Taoismo. Apto para cualquier tipo de persona, se basa en la realización de movimientos armónicos y fluidos y está recomendado para aquellas personas que quieran mejorar la movilidad articular y la flexibilidad.

   Cada vez son más los adeptos ha esta práctica con todo el mundo, en gran medida por aquellos que valoran la meditación desde el movimiento. Es una técnica que ha perdido su parte defensiva para enfocarse en la físico-espiritual, y en la que se valoran más sus beneficios sobre la relajación corporal, respiración, corrección postural y concentración que lo que puede suponer para la musculación.