El CSIC e Ibercivis lanzan un proyecto de ciencia ciudadana que busca fármacos contra el coronavirus

El proyecto COVID-PHYM se basa en la ayuda de los ordenadores de miles de personas voluntarias. Coronavirus
El proyecto COVID-PHYM se basa en la ayuda de los ordenadores de miles de personas voluntarias. Coronavirus - PIXABAY
Publicado: viernes, 24 abril 2020 18:10

MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Ibercivis han lanzado el proyecto de ciencia ciudadana 'COVID-PHYM' para encontrar un fármaco utilizado en el tratamiento de otras enfermedades virales que actúe contra el nuevo coronavirus.

Puesto que algunos medicamentos en uso ya han demostrado ser suficientemente seguros para la salud humana, podrían estar disponibles para tratar a pacientes con Covid-19 "mucho antes que un compuesto de nueva creación" y, por tanto, acelerar el control de la pandemia.

Bajo esta premisa, el grupo Biophym del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC se ha propuesto realizar simulaciones de la interacción de fármacos empleados contra el ébola, la infección por VIH, la gripe o la hepatitis B con la maquinaria de replicación del genoma del virus SARS-Co-V.

Para ello recurrirá a técnicas informáticas y a la ayuda de los ordenadores de miles de personas voluntarias conectadas a través de la plataforma de computación distribuida de Ibercivis. Estas operaciones mostrarán si alguna de las moléculas logra inhibir una proteína clave en la multiplicación del virus denominada 'ARN polimerasa dependiente de ARN'.

De ser así, el fármaco se convertiría en un candidato idóneo para ser probado en ensayos clínicos con personas. "Disponer de fármacos eficaces contra el coronavirus es esencial para disminuir la severidad y la mortalidad de la enfermedad. La proteína seleccionada como diana juega un papel central en la replicación y transcripción del material genético del virus; si se neutraliza, se puede frenar la propagación del virus en el organismo y ayudar en la curación", explicado el líder del grupo Biophym, Javier Martínez de Salazar.

Sin embargo, advierte, buscar un compuesto capaz de neutralizar una proteína concreta es como probar un enorme número de llaves para abrir una cerradura y, cuando este proceso se simula por medios informáticos, exige una gran potencia de cálculo.

"Existen modelos basados en química-física que pueden predecir la eficacia de los compuestos mediante técnicas computacionales, denominadas in silico, antes de que sean probados en ensayos clínicos. Pero estos modelos implican realizar cientos de miles de cálculos para medir la fuerza de la interacción de cada una de las posibles asociaciones entre el fármaco y la proteína", ha apuntado el uno de los investigadores del grupo, Javier Ramos Díaz.

UN SUPERCOMPUTADOR CIUDADANO CONTRA LA PANDEMIA

Un ordenador convencional tardaría varios años en ejecutar los cálculos necesarios para llevar a cabo la investigación. Por eso, el proyecto contará con el apoyo de los miles de ordenadores personales que forman parte de la plataforma de computación distribuida de Ibercivis ('Ibercivis BOINC'), a la que cualquier persona que quiera colaborar se puede unir.

Las operaciones se dividirán en pequeños paquetes que se enviarán a cada dispositivo. De esta forma, se alcanzará una capacidad de cálculo similar a la de un supercomputador y se podrán desarrollar todas las actividades del proyecto.

Los voluntarios y voluntarias solo tienen que descargar el programa BOINC, una aplicación de código abierto desarrollada por la Universidad de Berkeley, y unirse a 'Ibercivis BOINC' en el momento de la instalación. Al hacerlo, podrán elegir fácilmente cuándo y cómo participar.

Por ejemplo, quien no quiera que la capacidad de cálculo de su ordenador se vea afectada mientras lo usa, solo tiene que dejar la configuración por defecto para que el programa se ejecute únicamente en los tiempos de pausa, cuando salta el salvapantallas.

Al activarse BOINC, el ordenador recibirá una colección de datos y las instrucciones para analizarlos, y los resultados obtenidos se devolverán al proyecto para ser estudiados por el equipo investigador.

"De la búsqueda de vida extraterrestre a la lucha contra el coronavirus, lejos de ser un experimento, la computación distribuida es una realidad que en las últimas dos décadas ha permitido desarrollar numerosas investigaciones que demandaban una gran capacidad de procesamiento", ha dicho el director ejecutivo de Ibercivis, Francisco Sanz.