Consejos para los diabéticos en verano

Diabetes, insulina
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Actualizado: lunes, 18 julio 2016 13:49

   MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Los pacientes con diabetes pueden disfrutar del verano si siguen el tratamiento y eviten tomar el sol, según ha asegurado la Federación Española de Diabetes (FEDE), que ha recordado que las altas temperaturas ponen suponer un riesgo para el buen control de la patología, ya que el calor influye en la absorción de la insulina y, también, puede alterar y dañar la buena conservación de los medicamentos.

   No obstante, y con el objetivo de conseguir que estos pacientes tengan un verano saludable, FEDE ha recomendado planificar el viaje para que no interfiera en las comidas; revisar el nivel de glucosa antes de conducir; incluir tabletas de glucosa y/o alimentos que contengan carbohidratos; llevar el doble de la medicación necesaria y siempre en su envase original; proteger la insulina frente ante sol; y usar gorra o visera y lentes oscuras para proteger la vista.

   Si por el contrario las vacaciones no son de relax e incluyen un importante desgaste físico, hay que tener en cuenta que, ante cualquier situación de desmayo, calambres, náuseas o sudoración fuerte, es importante detenerse. Además, se debe llevar visible un identificador que informe de que se tiene diabetes; y usar calzado deportivo amplio, ropa ligera y cómoda, y calcetines de algodón, para evitar ampollas, irritaciones o cortes, muy peligrosos en el caso de las personas con diabetes.

   Asimismo, es aconsejable evitar el ejercicio en las horas centrales del día, alejándose de los rayos ultravioletas y del calor, además de usar protector solar especial para deportistas, de difícil eliminación en los casos de exceso de sudoración; y dentro de la mochila, llevar la medicación en una bolsa térmica para evitar la incidencia de las altas temperaturas; así como no alterar el horario habitual de las comidas y tomar alimentos antes de realizar una actividad física.

CONSEJOS PARA VIAJAR AL EXTRANJERO

   Por otra parte, FEDE ha recordado que a la hora de viajar al extranjero con insulina, se deben tener en cuenta que lo mejor es llevarse todo el material que se necesite desde el lugar de origen, duplicando o triplicando la cantidad, y repartiendo la insulina y los dispositivos médicos necesarios entre las diferentes maletas que se lleven de viaje, por si alguna de ellas se extravía.

   Respecto a la conservación de la insulina, es importante evitar su exposición a la luz y a temperaturas extremas, inferiores a cero grados o superiores a 30 grados. En algunos casos, puede requerirse la utilización de una nevera o bolsa isotérmica, si bien antes de su uso es importante observarla detenidamente, por si hubiera sufrido algún tipo de cambio.

   En el caso de viajar en avión con insulina hay que tener presente que los medicamentos, incluidos los que son líquidos, como la insulina, están exentos de las normas para estos y estará permitido llevarlos en el equipaje de mano para su uso durante el viaje.

   Además, debe identificarse separadamente en los controles de seguridad, pero no es necesario que se transporten dentro de una bolsa de plástico. En este sentido, se recomienda que vayan acompañados de la receta o de un informe médico, tanto en castellano como en inglés, y contactar con las compañías aéreas, porque cada una tiene sus propios procedimientos para el transporte de estos artículos dentro del avión.