Profesores de la VIU alertan de los riesgos del Interferón en la conducción

Actualizado: lunes, 17 octubre 2011 20:14


VALENCIA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

El vicerrector de Ordenación Académica de la Universidad Internacional Valenciana (VIU), Francisco Tortosa, y la profesora Alejandra Hervás han publicado un artículo en la Revista Española de Drogodependencias donde analizan los efectos del consumo de fármacos en el uso del vehículo e, incluso, apuntan a la compatibilidad entre ambas acciones apuntando a la negativa influencia del Interferón sobre la capacidad de conducir vehículos a motor.

El Interferón es una proteína producida naturalmente por el sistema inmunitario como respuesta a agentes externos, tales como virus y células cancerígenas. Actualmente existen varios tipos de Interferón que han sido aprobados para su uso ambulatorio, han señalado fuentes de la institución académica en un comunicado.

En función del tipo de Interferón, se usa en el tratamiento de diferentes enfermedades crónicas y su empleo más conocido es el de la hepatitis C, pero también se utiliza en el tratamiento de la leucemia mielógena crónica, en el tratamiento y control de la esclerosis múltiple así como, junto con la quimioterapia y la radioterapia, en el tratamiento del cáncer.

En el artículo se apunta que el uso del coche, así como el consumo de fármacos, se ha convertido en algo totalmente habitual. Sin embargo, advierten los autores, falta mucha información sobre la compatibilidad de algunos fármacos y la conducción. Algunos fármacos provocan trastornos mentales inducidos por sustancias, lo cual afectaría a su capacidad para conducir.

En el estudio realizado, los pacientes sometidos a terapia antiviral manifestaron mayores puntuaciones en depresión y dichas puntuaciones correlacionaron positivamente con errores en la capacidad de coordinación visomotriz bimanual.

Según los autores del artículo 'Los trastornos inducidos por sustancias y la conducción: el ejemplo del Interferón', este fármaco es potencialmente desestabilizador a nivel emocional. Y la depresión presenta unos síntomas y alteraciones que puedan afectar a la conducción. Para ello se ha elaborado un estudio para determinar el impacto de la depresión, derivada de su tratamiento, en la capacidad para conducir vehículos a motor.

Para el estudio se han reclutado 93 sujetos portadores del virus de la hepatitis C que han recibido asistencia en el Hospital Clínico Universitario de Valencia en el servicio de Hepatología. De los 93 pacientes, 26 recibían tratamiento de Interferón y el resto, no.

CONCLUSIONES

Su nivel de malestar emocional era evaluado a través del Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS). Se trata de una herramienta práctica para identificar y calificar las dos formas más comunes de alteraciones psicológicas en pacientes con enfermedades somáticas: la ansiedad y la depresión. También los sujetos se enfrentaron a una batería de pruebas psicofísicas.

Según las conclusiones, todo parece indicar que las personas sometidas a tratamiento con Interferón, en este caso, los pacientes enfermos del virus de la Hepatitis C, presentan una mayor puntuación en depresión que la población que no cumple con esta condición. Ello indicaría que el tratamiento mismo o el hecho de haberse tratado contribuyen significativamente al malestar psicológico con independencia del malestar derivado de la condición de enfermo.

El estudio también determina que el Interferón produce alteraciones en el Sistema Nervioso Central que provocan un aumento del malestar emocional, alteraciones que no se dan de la misma manera en ausencia del tratamiento. Ello provoca un deterioro de las capacidades de individuo que se puede materializar en determinadas habilidades del individuo, como es el ejemplo de la conducción. Esto podría tener una repercusión importante en ámbitos como el laboral o el social, que tendrán que ser tomados en consideración.

Los autores del artículo concluyen en la necesaria investigación de los efectos de los medicamentos en las capacidades individuales tales como son la conducción de vehículos y la necesaria detección de los primeros indicios de depresión en consumidores de Interferón. Este estudio, además, refleja la importancia de una cooperación laboral entre los profesionales sanitarios y los psicólogos del ámbito de la salud, que derivaría en un servicio más completo al paciente y en un aumento de la calidad de vida de aquellos que más sufren.