Colesterol bueno vs colesterol malo, ¿Dónde está el equilibrio?

Colesterol bueno y malo
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Actualizado: martes, 5 junio 2018 8:45

   MADRID, 5 Jun. (EDIZIONES) -

   El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano necesaria para el normal funcionamiento del organismo. La mayor parte se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos, según explica la Fundación Española del Corazón (FEC).

   En una entrevista con Infosalus, el cardiólogo del Hospital Puerta del Hierro de Madrid, el doctor Juan Manuel Escudier, indica que se trata de una grasa que en sangre se tiene que unir a otra sustancia, una proteína, y por eso se llaman 'lipoproteínas'. En concreto, cita que hay dos tipos de colesterol: un colesterol malo o 'LDL' porque tiene una baja densidad; y el otro es el colesterol bueno o 'HDL', de más alta densidad, formado por moléculas más pesadas.

El LDL coge el colesterol del hígado y del intestino, de las grasas que comemos, y lo lleva a los tejidos, a las células del cuerpo; mientras que el HDL coge el colesterol que sobra en esos tejidos y lo vuelve a llevar al hígado, para que sea totalmente destruido.

   Es importante para el organismo porque con el colesterol se van a producir la mayor parte de las hormonas, como las sexuales o las tiroideas; además de los ácidos biliares (necesarios para hacer la digestión y en concreto, para la digestión de las grasas). Además según la FEC, el colesterol es fundamental en la edad de crecimiento para la producción de células en todo el cuerpo humano. En este sentido, precisa que los rayos solares lo transforman en vitamina D para proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación.

DÓNDE ESTÁ EL EQUILIBRIO

   ¿Cuál debe ser su equilibrio? Según Escudier, también miembro de la Sociedad Española de Cardiología, niveles altos de LDL pueden provocar la aparición de problemas cardiovasculares, como antes se ha mencionado, por lo que considera que hay que tenerlo controlado y hacerse análisis de sangre de forma rutinaria.

   Desde la FEC precisan que los niveles normales de colesterol deben encontrarse en:

   - Colesterol total: normal, menos de 200 mg/dl; normal-alto, entre 200 y 240 mg/dl. Se considera hipercolesterolemia a los niveles de colesterol total superiores a 200 mg/dl; alto, por encima de 240 mg/dl.

   - Colesterol LDL: normal, menos de 100 mg/dl; normal-alto, de 100 a 160 mg/dl; alto: por encima de 160 mg/dl. (Esta recomendación no significa que la cifra normal de LDL deba rondar los 100 mg/dl. En algunos casos, el nivel deseable de LDL puede ser incluso menor de 70 mg/dl).

- Colesterol HDL: normal, superior a 35 mg/dl en el hombre y 40 mg/dl en la mujer

   La FEC resalta en este sentido que si los niveles en sangre de colesterol se elevan producen 'hipercolesterolemia'. "Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200. Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la arterosclerosis", advierte.

   "Cuando hay un exceso de LDL aumenta el riesgo de evento cardiovascular (enfermedad arterial periferia, ictus o ataque al corazón). Se registra un exceso de ese tipo de proteínas donde va el colesterol y se pueden formar placas de ateroma en los vasos sanguíneos", explica Escudier.

   Por otro lado, el cardiólogo destaca que, por el momento, "no está claramente establecido que niveles altos de HDL o colesterol bueno representen un factor de protección frente a las enfermedades cardiovasculares", como podría pensarse, dado que niveles altos de LDL, o colesterol malo, sí aumentan ese riesgo.

QUÉ HACER

   Aquí Escudier resalta que para subir el colesterol bueno o HDL se puede reducir el consumo de las grasas saturadas, así como aumentar la actividad física, bajar de peso, y dejar el tabaco. "Sobre el alcohol, si se trata de una persona que nunca ha bebido, debe seguir así, sin beber. Pero si se trata de una persona que bebe habitualmente, y siempre con moderación, pueden subir los niveles de colesterol HDL si se sigue bebiendo con moderación, como mucho una consumición en mujeres al día, y en varones dos", señala.

   Desde la FEC recomiendan seguir la dieta mediterránea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, presentes en el pescado, y en los aceites de oliva y de semillas. También ve importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas.

   "Haciendo un programa de ejercicio aeróbico (caminar, carrera suave, ciclismo, natación, por ejemplo, y a intensidad moderada (65-70 por ciento de frecuencia cardiaca máxima), y desarrollado de manera regular (tres a cinco sesiones por semana), aumenta el HDL (colesterol bueno), y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos", agrega la Fundación Española del Corazón.

   "Está claro que si haces dieta sana, reduces el consumo de grasas saturadas, y realizas ejercicio, puedes mejorar tu perfil de colesterol, y reducir los niveles. Pero ese trabajo a veces no es suficiente para disminuir mucho el riesgo de enfermedad cardiovascular, y por eso hay ocasiones en las que se recetan fármacos", sentencia el cardiólogo del Hospital Puerta de Hierro de Madrid.