El Colegio de médicos francés denuncia que el IVI de Alicante ofrece comisiones a clínicas galas por captar clientes

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 18:26

PARIS/ALICANTE, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Consejo Nacional de la Orden Francesa de Médicos (CNOM) ha sido alertado por la clínica de la Dhuys de Bagnolet, en las afueras de París (Francia), de que el IVI de Alicante ofrece comisiones a establecimientos sanitarios galos por la captación de clientes que quieran someterse en sus centros a técnicas de reproducción asistida.

Según un correo electrónico enviado el pasado 30 de abril a la citada clínica y firmado por el responsable de Relaciones Internacionales del IVI de Alicante, Steven Graeme Kerr, se ofrece un pago de 500 euros a los establecimientos que les envíen pacientes. El autor de la carta, a la que ha tenido acceso Europa Press, recuerda que el IVI Alicante acoge pacientes de toda Europa y de África del Norte en el marco de su programa de donación de óvulos y que, aproximadamente, un cuarto de estos pacientes son franceses que se dirigen a la clínica alicantina debido a sus "excelentes resultados" y a unas "tarifas atractivas".

Además, subraya que "gracias al éxito" del programa, no hay lista de espera para los ovocitos. "Ofrecemos hoy a nuestros socios internacionales ciclos de donación de óvulos (con ICSI y traslado al tercer día) por 6.000 euros, con un pago de 500 euros a las clínicas que nos envíen pacientes", se indica en el texto que se ha hecho llegar al Colegio de médicos francés.

El responsable de relaciones internacionales del IVI de Alicante se ofrece igualmente a enviar una propuesta detallada sobre la colaboración entre los dos centros para "ofrecer a los pacientes franceses los mejores cuidados posibles".

Por su parte, fuentes del IVI aseguraron a Europa Press que "nunca" han realizado estas prácticas que ofreció Graeme Kerr en su carta. Según resaltaron, "el IVI no ha hecho nunca ofertas" de este tipo y, de hecho, sostuvieron que en cuanto se tuvo conocimiento de que se había enviado la carta, la dirección del centro envió "por correo certificado a todos y cada uno de los ginecólogos" una misiva que desdecía la anterior.

A este respecto, según añadieron las mismas fuentes, la dirección del centro dejó claro en la carta certificada que el IVI "no realiza estas prácticas" ni paga a ningún médico a cambio de que les hagan llegar pacientes. Además, destacaron que la oferta no tenía "ningún valor" porque la persona que la envió "no tiene ningún poder" para hacerla ni para ordenar pagos.

Así, el IVI indicó que quieren creer que se trata de un "error", basado en un sistema interno de las clínicas del grupo en España. Según explicó, cuando una paciente, a la que se le ha realizado la primera visita con su apertura de ficha correspondiente, cambia de centro dentro de la red IVI, se hace un pago intercentros de 500 euros, en concepto de los gastos médicos derivados de la primera atención.

En cuanto a la situación laboral de Steven Graeme Kerr, el IVI señaló que en "ese momento" era el responsable de Relaciones internacionales, pero por ahora no pudieron confirmar si "continúa trabajando en esta responsabilidad, lo han cambiado de puesto o si ha sido despedido".

"PRÁCTICAS ESCANDALOSAS"

Mientras, el presidente de la sección sobre el ejercicio profesional del Consejo de la Orden Francesa de Médicos, el doctor André Deseur, juzgó estas prácticas "escandalosas" porque se trata, a su juicio, de "comerciar con el cuerpo humano". "Es normal que un médico se gane la vida, pero no se ejerce así la medicina", se quejó en declaraciones a Europa Press.

Deseur recordó que el colegio de médicos puede acudir a la Fiscalía si se comprueba que los facultativos franceses ceden a este tipo de "ofertas comerciales", algo que va en contra del código deontológico francés, y que puede ser penalizado con la suspensión de la actividad, la expulsión del cuerpo médico e incluso penalmente.

El pasado 17 de junio el Consejo de médicos advertía en un comunicado de que facultativos de hospitales públicos y privados franceses estaban recibiendo ofertas de comisiones por parte de clínicas españolas, griegas y ucranianas para captar clientes que quieran interrumpir su embarazo, sobre todo más allá de la semana doce, donar ovocitos, realizar una fecundación 'in vitro' u ofrecerse como madres de alquiler.