El cambio de horario de verano pueden elevar el riesgo de ictus

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Actualizado: jueves, 3 marzo 2016 7:47

   MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Mover las agujas del reloj hacia adelante o hacia atrás una hora durante las transiciones del horario de verano puede estar vinculado a un mayor riesgo de accidente cerebrovascular isquémico, pero sólo temporalmente, según las conclusiones de un estudio preliminar hecho público este lunes y cuyos resultados se presentarán en la 68º Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología, que se delebra del 15 al 21 de abril en Vancuver, Canadá.

   El ictus isquémico es el tipo más común de accidente cerebrovascular, representando el 87 por ciento de todos los casos, y es provocado por un coágulo que bloquea el flujo de sangre al cerebro. "Estudios anteriores han demostrado que las interrupciones en el ritmo circadiano de una persona, también llamado el reloj interno del cuerpo, elevan el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico, así que queríamos averiguar si el horario de verano podía poner en riesgo a las personas", explica el autor del estudio ,Jori Ruuskanen, de la Universidad de Turku, Finlandia.

   Para el estudio, los investigadores analizaron los datos de una década para el accidente cerebrovascular en Finlandia con el objetivo de encontrar la tasa de este problema. Compararon la tasa de accidente cerebrovascular en 3.033 personas hospitalizadas durante la semana después de la transición al horario de verano con la tasa de accidente cerebrovascular en un grupo de 11.801 personas hospitalizadas bien dos semanas antes o dos semanas después de esa semana.

   Los investigadores encontraron que la tasa global de ictus isquémico fue un 8 por ciento más alta durante los dos primeros días después de una transición al horario de verano, pero no hubo diferencias después de dos días. Las personas con cáncer presentaban un 25 por ciento más de probabilidades de tener un accidente cerebrovascular después de la hora de verano que durante otro periodo.

   El riesgo también fue mayor para los mayores de 65 años de edad, que tenían un 20 por ciento más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral justo después de la transición. Las muertes hospitalarias por accidente cerebrovascular no aumentaron en la semana después de una transición al horario de verano.

   "Ahora, se deben realizar otras investigaciones para comprender mejor la relación entre estas transiciones y el riesgo de accidente cerebrovascular y para averiguar si hay alguna manera de reducir ese riesgo", plantea Ruuskanen.