La bacteria que ayuda a la regeneración de tejidos

El farmacéutico y estudiante de doctorado Paul Jordan prepara cultivos bacterianos (Staphylococcus aureus).
El farmacéutico y estudiante de doctorado Paul Jordan prepara cultivos bacterianos (Staphylococcus aureus). - JENS MEYER / UNIVERSIDAD DE JENA
Publicado: miércoles, 14 octubre 2020 17:11

MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigadores de la Universidad de Jena (Alemania) ha descubierto, en un trabajo publicado en la revista 'Cell Reports', que una sustancia tóxica que se encuentra en las bacterias 'staphylococcus aureus' logra estimular la regeneración tisular.

Una de cada cuatro personas tiene sin saberlo millones de bacterias 'staphylococcus aureus' en la piel y en las membranas mucosas del tracto respiratorio superior. En algunos casos, las bacterias inofensivas pueden convertirse en patógenos, lo que puede provocar inflamación de la piel e infecciones pulmonares o, en el peor de los casos, sepsis.

"Esto sucede especialmente cuando las bacterias se multiplican demasiado rápido, por ejemplo, cuando el sistema inmunológico de una persona se ve debilitado por una infección o lesión", han explicado los investigadores.

En este sentido, en el trabajo se ha evidenciado que el cóctel tóxico con el que 'staphylococcus aureus' daña células y tejidos también tiene efectos positivos. Y es que, la toxina bacteriana estimula células inmunes específicas para producir sustancias mensajeras especializadas que ayudan a reducir la inflamación y promover la cicatrización de los tejidos.

Concretamente, han estudiado la toxina bacteriana 'a-Hemolisina' y han examinado su efecto sobre los macrófagos M2, unas células inmunes que, en las últimas etapas de una reacción inflamatoria, garantizan que las bacterias que han muerto y los componentes celulares dañados se eliminen y que el tejido se regenere.

Los investigadores demostraron que la 'a-hemolisina' se une a proteínas receptoras específicas en la superficie de los macrófagos M2 y, por lo tanto, desencadena la producción de sustancias mensajeras antiinflamatorias en las células, que luego hacen que la inflamación se resuelva. Finalmente, los científicos demostraron que estos transmisores promueven la regeneración de tejidos en un modelo animal.