AV.- Casi 1 de cada 4 jóvenes españoles se emborracha todos los fines de semana del mes, según encuesta de Sanidad

Actualizado: miércoles, 17 junio 2009 14:17

Se estabiliza el número de bebedores adolescentes y se retrasa la edad de la primera copa, pero los que beben "beben más en menos tiempo y más intensamente"

MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El 24 por ciento de los adolescentes españoles entre 14 y 18 años se ha emborrachado todos los fines de semana del mes, los que representa un aumento del 6 por ciento de este tipo de consumo respecto a hace dos años, según la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas entre Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2008, presentado hoy por la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez.

La encuesta, realizada sobre una muestra de más de 30.180 jóvenes de 784 centros de secundaria durante el último trimestre de 2008, revela también que un aumento de más del 5 por ciento en el porcentaje de jóvenes que se han emborrachado al menos una vez en el último mes, que casi llega ahora al 50 por ciento.

No obstante, se observa una estabilización en el número de adolescentes que beben de forma habitual (58%) y de los que se inician en este consumo (81%), bajando la edad 13,7 años a los 13,3.

Según la delegada del Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, ahora los jóvenes "se emborrachan más y de forma más intensa", como resultado de la importación del modelo anglosajón del consumo. Asimismo, destacó que el 52 por ciento de estos jóvenes compra el alcohol de fin de semana "en tiendas o supermercados", con los que toman combinados de bebidas de alta gradación con refrescos.

Al ser interrogada sobre la posibilidad de emprender medidas específicas contra el denominado 'botellón', la ministra anunció la firma de un acuerdo con las asociaciones de padres de alumnos (AMPAS) que busca formar a los padres sobre cómo detectar los primeros contactos de sus hijos con las drogas y saber reaccionar, además de formar 'en cascada' a otros padres. "Se trata de convertir a las familias en verdaderos agentes de salud pública", aseveró.

CONSUMEN MENOS COCAÍNA

Sobre el resto de consumos, la encuesta destaca la estabilización del consumo de tabaco, la segunda droga más consumida por los jóvenes tras el alcohol, con un 32 por ciento de consumidores habituales y un 14,8 por ciento jóvenes que fuman a diario. Por sexos, aumentan las mujeres que fuman a diario frente a los hombres, con porcentajes del 16 frente al 13 por ciento, respectivamente.

Jiménez destacó que, en más de la mitad (52,9%) de los hogares de los alumnos, alguna persona fuma diariamente y que cuatro de cada 10 chavales (38%) piensa que sus padres no les regañarían si fumaran en su presencia. Ante este dato, la ministra llamó a los padres a "dar ejemplo", ya que en este área "la familia es decisiva".

También se estabiliza el consumo de cannabis, con un 20 por ciento de consumidores habituales y un leve descenso de los jóvenes que la prueban por primera vez, del 36 por ciento al actual 35 por ciento.

Baja el consumo de cocaína, que registra ahora, según Jiménez, "cifras inferiores a las de hace dos años para todas las frecuencias de consumo" y más bajas de las que se registraban a finales de los 90, desde los que la prueban por primera vez (que pasan del 5,7% al 5,1%); de los que la han tomado en el último año (del 41% al actual 3,6%); y de los consumidores habituales (del 2,3% al 2%).

Desciende también el consumo de éxtasis, anfetaminas y alucinógenos, que presentan las prevalencias más bajas desde 1994, ya que el porcentaje de consumidores habituales ronda el 1 por ciento.

En niveles bajos continúa la heroína, cuyo consumo habitual se sitúa en el 0,6 por ciento, descendiendo el consumo experimental del 1 por ciento registrado hace dos años al actual 0,9 por ciento. No obstante, Sanidad continúa "alerta" respecto a esta sustancia, ya que "les preocupa" su posible reaparición en forma de heroína fumada.

La ministra reconoció que aún son "cifras altas" de consumo, pero considera "alentador" que estén aumentando los niveles de concienciación de los jóvenes respecto al consumo de drogas como el cannabis --para el que aumentó casi cinco puntos la percepción de riesgo-- y su percepción de la dificultad para conseguir estas sustancias, tanto las legales como las ilegales. Asimismo, se mostró satisfecha por el "claro" descenso del consumo de cocaína