La autoadministración del tratamiento para el angioedema hereditario disminuye las complicaciones de los pacientes

Actualizado: jueves, 22 noviembre 2012 18:12

MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

La autoadministración del tratamiento para el angioedema hereditario contribuye a disminuir las complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes, según han explicado los expertos que han participado en el Global Forum sobre esta enfermedad organizado por Shire en Frankfurt (Alemania).

En él, los especialistas han destacado la importancia de que los pacientes reciban el tratamiento de forma precoz con el objetivo de "acortar el tiempo entre el inicio del ataque y la administración de la terapia". Con ello, se consigue "obtener un mejor control de los síntomas, evitar complicaciones y reducir la demanda de los servicios sanitarios", aseguran.

En este sentido se ha manifestado la miembro del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz de Madrid, la doctora Teresa Caballero, que añade que esta autonomía de los pacientes "se facilita tras un cursillo de formación individualizado y tutorizado por profesionales sanitarios".

Por otra parte, los expertos han expuesto los resultados del registro 'Icatibant Outcome Survey', el cual "ha demostrado que la duración de los ataques típicos de esta enfermedad son más cortos en los pacientes tratados en una hora desde el inicio del ataque que los que lo reciben de manera más tardía". Además, se recuerda que profesionales y pacientes "pueden elegir entre una gran variedad de tratamientos".

Al respecto, Caballero indica que es "importante" transmitir el mensaje de que el manejo de los pacientes con angioedema hereditario "debe ser individualizado". Añadido a ello, asegura que hay que "tener en cuenta" la eficacia y seguridad de las terapias disponibles a la hora de abordar los ataques agudos".

Por último, los especialistas han puesto de manifiesto durante esta cita la "necesidad" latente de un registro de pacientes con esta patología "para su mayor conocimiento". Por ahora, lo que sí se conoce es que afecta a entre una de cada 10.000 personas y una de cada 50.000.