El asma grave genera más del 70% del gasto sanitario que supone esta enfermedad

Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 22:51

MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Actualmente el asma afecta alrededor del 5 por ciento de la población adulta y, aunque sólo un 5 por ciento de estos pacientes presentan una situación grave y no controlada, son los que generan más del 70 por ciento del gasto sanitario que supone esta enfermedad respiratoria.

Así lo ha asegurado el neumólogo Luis Manuel Entrenas, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, en el marco de una nueva edición de la 'Universidad del Asma Grave', organizada por Novartis, que se ha celebrado en esta ciudad andaluza.

"Aunque es un porcentaje pequeño del total de pacientes, son los que padecen una peor calidad de vida", ha reconocido este experto, quien asegura que el control del asma grave supone un reto para los especialistas en Alergología y Neumología por el alto impacto de esta enfermedad en la calidad de vida de los pacientes.

Sobre todo porque, tras la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), es la enfermedad respiratoria que causa mayor número de días de absentismo laboral.

En ello ha coincidido el profesor Santiago Quirce, jefe de Alergología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ya que el asma grave ocasiona una "notable limitación" de las actividades que pueden realizar los pacientes y "afecta de forma muy importante su calidad de vida y su estado de salud general".

Por todo ello, los expertos defienden la formación del profesional sanitario en el manejo de esta patología ya que, aunque el tratamiento está estandarizado, es importante que estos recuerden que el nivel de tratamiento determina la gravedad de la patología y su adherencia determina también el control de la enfermedad.

Asimismo, ha recordado que el asma grave controlado de forma inadecuada también tiene un fuerte impacto en el rendimiento escolar en el caso de los niños, ya que "interfiere en la capacidad de jugar y realizar ejercicio".

"Las exacerbaciones graves son especialmente preocupantes, por el temor y la ansiedad que producen en los niños y en sus familiares. Además también producen efectos sobre el control del asma a corto plazo, y sobre el desarrollo y la función pulmonar a largo plazo", ha lamentado este experto.