Algunos pacientes anestesiados para cirugías bariátricas precisan de 2 dosis de sugammadex para despertar, según estudio

En El Centro De La Imagen El Doctor Salvador Morales Conde
EUROPA PRESS/HOSPITAL VIFRGEN DEL ROCÍO DE SEVILLA
Actualizado: lunes, 17 septiembre 2012 19:03

Este trabajo evidencia que si el bloqueo es profundo, a un 30 por ciento de los enfermos no les valdrá con una sóla administración de este fármaco


MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

Entre un 15 por ciento y un 20 por ciento de los pacientes precisan de una segunda dosis de sugammadex, registrado como 'Bridion' por Merck Sharp and Dohme (MSD), para revertir los efectos de la anestesia de cirugía bariátrica, que está basada en relajantes musculares. Así lo ha evidenciado un estudio independiente del Hospital Bellvitge de Barcelona y publicado en la revista 'Anesthesiology'.

El director de trabajo, el doctor Antoni Sabaté, ha asegurado a Europa Press que este estudio "demuestra que la dosificación basada en el peso ideal es insuficiente cuando el paciente se recupera del acto anestésico". Así, explica que la administración de este fármaco "no es correcta" y que debe hacerse "un ajuste no sólo basando la dosis en el peso ideal".

Para llegar a estas evidencias, el experto ha realizado una investigación sobre 120 pacientes, de los cuales entre el 80 por ciento y el 85 por ciento reaccionaron de manera adecuada a la única dosis de este fármaco de laboratorios MSD administrada después de la operación. Sin embargo, subraya que éstos datos pertenecen únicamente a los pacientes en los que su bloqueo relajante fue superficial.

Éste se diferencia del profundo en que la capacidad de contracción del músculo "es muy superior" y para recuperarse de una manera espontánea "tarda mucho menos", explica. En este sentido, añade que "cuántos más receptores libres ocupados por el fármaco haya, más bloqueo se producirá", algo que es lo ideal "para realizar la cirugía correctamente".

En cuanto a los que lo sufren de manera profunda, Sabaté señala que el porcentaje de casos sin problema alguno "se reduce al 70 por ciento", por lo que un 30 por ciento de ellos requieren de una nueva dosis. Por ello, considera que "hay que ajustar la dosis al alza para tener un objetivo concreto de recuperación".

SE CORRE MÁS RIESGO CON MENOS DOSIS DE LA NECESARIA

Por tanto, el doctor del Hospital Bellvitge sugiere que la reversión realizada por el fármaco después de la cirugía "se comporta en el organismo de manera diferente a la que lo hace el relajante". Así, un tanto por ciento de él debe estar basado en el peso ideal, y otro en el tipo de bloqueo sufrido por el paciente.

En este sentido, resume que, a pesar de que "se desconoce la dosificación correcta, ante la duda" se debe administrar una dosis más próxima al peso real que al ideal. "Tendríamos mas riesgo infradosificando que sobredosificando", sintetiza.

Sin embargo, Sabaté reconoce que administrar la anestesia exacta a pacientes con obesidad mórbida "es una situación difícil y compleja", ya que si se dosifica en función del peso del paciente, "la dosis se incrementa de manera espectacular". Además, sostiene que la mayoría de los fármacos "tienen tendencia a distribuirse en la musculatura y no en la grasa, por lo que no se puede considerar que lo hagan de manera uniforme".

Ante ello, la farmacogenética maneja el concepto del peso útil, referente a la musculatura, pero éste "es muy difícil de calcular", lamenta el anestesista. Por ello, el método más empleado durante la cirugía es el relajante muscular, que "tiene poca distribución en grasa" a pesar de estar basado en el peso ideal y no en el útil, concluye.