80 millones de personas padecen tracoma, la ceguera del tercer mundo

Tracoma. Prueba de detección de traucoma
PREFEITURA MUNICIPAL ITANHAÉM/FLICKR
Actualizado: martes, 7 julio 2015 17:45

   MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Unas 80 millones de personas en todo el mundo padecen tracoma, una infección ocular causada por los serotipos A, B, Ba y C de la 'Chlamydia trachomatis', una bacteria intracelular que afecta sólo a humanos. Esta enfermedad está erradicada en Europa y Norte América gracias a las costumbres higiénico-sanitarias de la población.

   Y es que, tal y como ha informado la Fundación Amref Flying Doctors, cuando se trata es una patología que se puede prevenir pero que si no se aborda de manera adecuada provoca una ceguera crónica. Por ello, son muchos los que aseguran que es la 'ceguera del tercer mundo', dado que está presente en casi todos los lugares más pobres del mundo como, por ejemplo, las zonas rurales de África, Oriente Medio o América Central y del Sur, o a los aborígenes australianos.

   En concreto, la enfermedad provoca una inflamación de la conjuntiva, la membrana mucosa transparente que tapiza y lubrica los ojos, que hace que los párpados se doblen hacia dentro y que las pestañas rocen el globo ocular, produciendo un dolor intenso y la ulceración de la córnea y ocasionando una pérdida irreversible de la visión.

   La transmisión se produce por contacto directo con secreciones oculares de personas infectadas. Generalmente esto sucede por no lavarse las manos frecuentemente o por compartir objetos de higiene personal como toallas o pañuelos. No obstante, las moscas también son un importante vector de propagación de la bacteria.

FALTA DE HIGIENE Y DE SERVICIOS SANITARIOS

   Por tanto, la infección está estrechamente relacionada con entornos de extrema pobreza donde la higiene personal no es adecuada, los hogares están hacinados, el acceso al agua es muy difícil y no hay instalaciones de saneamiento. De hecho, en estos ambientes las personas afectadas no disponen de un sistema sanitario de calidad al que acudir y no pueden permitirse pagar el desplazamiento hasta el hospital más cercano, por lo que no reciben el tratamiento cuando la inflamación todavía es prevenible.

   Respecto al tratamiento, lo prioritario es diagnosticar la enfermedad la enfermedad lo antes posible con el objetivo de suministrar antibióticos antes de que se produzca la cicatrización y deformidades de los párpados. Y es que, si no se trata a tiempo sólo se puede intervenir, una operación que aunque no cura evita que la ceguera empeore.

   Por todo ello, desde la fundación se ha destacado la necesidad de mejorar los servicios sanitarios de estas zonas y ha pedido a la comunidad internacional realizar mayores esfuerzos porque se dispone de los medios, experiencia y motivación. "Sólo nos falta convencernos a nosotros mismos de que cada granito de arena cuenta para mejorar la salud de los más desfavorecidos", ha zanjado.