MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El 31,6 por ciento de los pacientes con cáncer colorrectal presentan un cuadro de malestar psicológico o distrés emocional, un dato que coincide con la mayoría de los estudios que cifran que el 25 por ciento de los pacientes necesitan apoyo psicológico durante el proceso de su enfermedad, según ha informado la directora de IMOncology FUNDACIÓN y psico-oncóloga, Carmen Yélamos, con motivo de las 'IX Jornadas Oncológicas' de Albacete.
En concreto, los problemas psicológicos que presenta el paciente están relacionados con la propia enfermedad así como con el impacto de los tratamientos y sus efectos secundarios que condicionan la calidad de vida del paciente y obligan a una adaptación y un cambio de comportamiento.
"La intervención psico-oncológica en pacientes con cáncer de colon suelen deberse a distintos factores que juegan un papel fundamental como: la localización tumoral, la cantidad de colon extirpado, la urgencia del procedimiento, el estadio, así como la consideración de la reversibilidad o no de la ostomía o abertura d la pared abdominal. En el caso de los pacientes con cáncer de recto, presentan niveles más altos de distrés psicológico con baja autoestima, y alteraciones en la imagen corporal, un alto nivel de deterioro para integrarse socialmente, que aún es más destacado en mujeres jóvenes", ha aseverado Yélamos.
MEJORAR EL AUTOCUIDADO
Uno de los factores más importantes para mejorar la calidad de vida es lograr una mayor autoeficacia en el autocuidado, recuperándose intimidad en la función corporal y confianza en sí mismo. En este sentido, la experta ha comentado que la preocupación por la ostomía reemplaza las demás preocupaciones del paciente con cáncer de colon, que tienen que aprender a convivir con ello y adaptarse a un nuevo estilo de vida en el que suele tener un impacto negativo físico y emocional.
"Digamos que es una variable determinante de alteración psicológica en el primer año de enfermedad. y que provoca trastornos en el estado de ánimo, en las relaciones sexuales, sentimientos de culpa, temor a la pérdida de control", ha explicado, para defender una intervención psico-oncológica que consiste en un abordaje interdisciplinar, integral e individualizado para ayudar al paciente a fomentar la sensación de control durante la enfermedad y, con ello, disminuir la sensación de amenaza e incertidumbre que tanto el paciente como los familiares perciben.
