El 20 por ciento de los españoles con la 'enfermedad del escaparate' está sin diagnosticar

Escaparate de un comercio
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 9 febrero 2012 12:04

MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 20 por ciento de los españoles con enfermedad arterial periférica, conocida también como la 'enfermedad del escaparate', está sin diagnosticar, por este motivo, y con el fin de detectar tempranamente esta patología y mejorar su abordaje, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) han elaborado el primer documento de consenso para profesionales.

El presidente de la SEACV, el profesor Francisco Lozano, ha reconocido que esta enfermedad está aún "muy infradiagnosticada", a consecuencia de que, generalmente, se presenta de forma asintomática. De esta manera, el representante de la semFYC, el doctor Santiago Díaz, ha explicado que una de las principales misiones es diagnosticar precozmente la patología. "Es un reto porque la ausencia de síntomas no es sinónimo de que la enfermedad no sea grave. No es fácil porque la enfermedad se establece lentamente y hablamos además de pacientes que tienen poca actividad física o con otra patología que les restringe la movilidad", ha precisado.

"Pero no podemos esperar. Sabemos que preguntar activamente por el síntoma a un paciente que viene por otro motivo nos puede facilitar el diagnóstico", ha añadido.

Por otra parte, Lozano ha denunciado que "la inexistencia de datos epidemiológicos y de comorbilidad exactos hace que las autoridades sanitarias ignoren la realidad y el coste económico, social y laboral asociado, lo que repercute directamente sobre la falta de eficacia de la planificación sanitaria en relación al manejo de esta patología".

En este sentido, este experto ha insistido en que el manual tiene que centrarse en impulsar la colaboración con las sociedades y en asumir "el reto de compatibilizar la escasez de recursos con las necesidades de todo tipo a que tienen derecho los pacientes vasculares".

UNA MAYOR COORDINACIÓN

La guía incluye consensos para el manejo del pie diabético y la insuficiencia venosa crónica. Ambas especialidades admiten que, aunque la patología vascular ocupa un lugar muy destacado, la coordinación entre médicos de Atención Primaria y especialistas en Angiología y Cirugía Vascular no ha sido en España la deseable.

"Compartimos mucha patología y sin embargo apenas tenemos relación directa. Ahora llevamos unos años en los que ellos nos invitan a sus congresos y nosotros a los nuestros porque es positivo sumar esfuerzos y buscar consensos en beneficio del paciente", ha explicado Díaz.

A pesar de que la guía sirve al profesional como orientación, el cirujano vascular es el que va a valorar si el paciente debe o no ser intervenido quirúrgicamente para abrir una arteria. Tanto el objetivo del tratamiento médico como el quirúrgico es evitar la necesidad de amputar la extremidad afectada.

Así, si al paciente se le diagnostica la enfermedad, aunque no manifieste síntomas, puede beneficiarse de un tratamiento preventivo consistente en antiagregantes plaquetarios y de un control de los factores de riesgo modificables, como el colesterol alto o la hipertensión arterial, para evitar la progresión de la enfermedad.

No obstante, si el afectado manifiesta síntomas y tiene la enfermedad ya establecida es preciso un tratamiento más agresivo capaz de evitar la aparición de la aterosclerosis en diana, como el cerebro y el corazón.

Esta patología, cuya incidencia va en aumento por el progresivo envejecimiento de la población, recibe el nombre de la 'enfermedad de los escaparates' a consecuencia de la necesidad de pararse tras andar grandes distancias. Después, con el tiempo, aumentan las arterias obstruidas y progresivamente dichas distancias van acortándose y el paciente puede sentir dolor incluso en reposo. A partir de entonces, el enfermo desarrolla lesiones isquémicas en forma de gangrena que pueden precisar la amputación de la extremidad.

La enfermedad arterial periférica afecta al 5 por ciento de la población entre los 50 y los 70 años y su prevalencia es superior al 10 por ciento en mayores de 70 años. Concretamente, en España, es padecida por unas 900.000 personas.