El 16% de los adolescentes y el 8,5% de los niños padece rinitis alérgica, según expertos

Actualizado: lunes, 20 abril 2009 19:22

Expertos aconsejan que "todo niño o adolescente con rinitis alérgica consulte con el médico en caso de tos frecuente"

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El 16 por ciento de los adolescentes de 13 a 14 años y el 8,5 por ciento de los niños de 7 a 8 padecen rinitis alérgica, según los datos del 'International Study of Asthma and Allergy in Childhood' realizado simultáneamente en 56 países y en el que participaron 10 ciudades españolas, informó hoy la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

"Todo niño o adolescente con rinitis alérgica, aunque esté asintomático, debe consultar con el médico en caso de tos frecuente, sobretodo por las noches o con el ejercicio, y por supuesto si se acompaña de episodios de fatiga con 'pitos' o dolor en el pecho", explicó la pediatra de la AEPap, Maite Callén Blecua.

La rinitis alérgica se asocia a otras enfermedades alérgicas como la dermatitis atópica y el asma y puede llegar a interferir en la calidad de vida de los niños y adolescentes, sobre todo en el sueño y en el rendimiento escolar. En este sentido, hasta el 50 por ciento de los asmáticos tienen rinitis alérgica y cerca del 40 por ciento de los riníticos tienen asma.

La sinusitis es otra de las complicaciones más frecuentes derivadas de la rinitis alérgica y puede llegar a producir (entre los niños con rinitis persistente) cambios en la estructura ósea del paladar y malas oclusiones dentales si no se trata correctamente, dijo esta experta. Por otra parte, estudios recientes han detectado un aumento de casos infantiles de síndrome de apnea obstructiva durante el sueño asociadas a la presencia de conjuntivitis alérgica y asma.

EN CASO DE DUDA, ACUDA AL ALERGÓLOGO

Los alérgenos más comunes son el polen de las plantas (con las gramíneas, la parietaria y el olivo a la cabeza), los ácaros del polvo doméstico, el pelo de perros y gatos, y las esporas de los hongos. "Los pólenes son los responsables del aumento de síntomas de rinitis en primavera y verano, mientras que los ácaros del polvo, más frecuentes en zonas de la costa, pueden provocar síntomas todo el año", comentó la doctora Callén.

Estos síntomas son fáciles de reconocer por parte de los padres: estornudos, secreción nasal acuosa, picor en la nariz y en el paladar, y congestión nasal, frecuentemente acompañados de picor y lagrimeo en los ojos. En ocasiones, el síntoma predominante es la obstrucción nasal y hay que diferenciarlo de otros problemas como la sinusitis o la hipertrofia de adenoides.

Para el diagnóstico, "es muy importante la historia clínica y la relación de los síntomas con la exposición al alergeno, es decir, si aparecen durante las salidas al campo en primavera o al entrar en una casa o habitación cerrada durante largo tiempo o al tener contacto con gatos o perros; hacen sospechar una alergia a pólenes en el primer caso, a los ácaros en el segundo y a animales domésticos en última instancia", afirmó la doctora.

A este respecto, la SEPEAP y la AEPap recomiendan que en caso de duda, "el médico debe llevar a cabo pruebas alérgicas para revelar las sustancias específicas que desencadenan los síntomas. Las pruebas cutáneas son el método más común".

CONSEJOS PARA ATENUAR LOS SÍNTOMAS

Las alergias no se curan, pero con un tratamiento adecuado se pueden controlar sus síntomas. En este sentido, la AEPap y la SEPEAP recomiendan a los alérgicos al polen evitar estar demasiado tiempo al aire libre en las épocas de polinización y pasear por el campo, sobre todo al atardecer, porque es cuando más polen hay en suspensión. También es conveniente ventilar la casa a primera hora de la mañana, usar aparatos de aire acondicionado que dispongan de filtros antipolen y viajar con las ventanillas cerradas.

Asimismo, para los alérgicos a los ácaros del polvo es recomendable evitar alfombras, moquetas y peluches en las habitaciones, utilizar fundas impermeables para colchones y almohadas, pasar una mopa húmeda para la limpieza del polvo en lugar de escobas y plumeros y utilizar la aspiradora "a menudo" por las zonas más susceptibles de acumular polvo.