Sentirse parte de la cultura para comer más sano

Tomar fruta. Dieta saludable. Chica comiendo una manzada
IMEO
Publicado: jueves, 11 agosto 2016 12:54

   MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Las personas que se involucran con su cultura social tienen hábitos alimentarios más saludables, según ha mostrado una investigación realizada por expertos de Estados Unidos, Japón y Chile y que ha sido publicada en la revista 'Personality and Social Psychology Bulletin'.

   "Nuestros resultados sugieren que si se quiere ayudar a la gente a comer de forma más saludable se les debe concienciar sobre lo que significa el comportamiento que de la cultura en la que vive, lo que hace que se motiven a estar más sanas", ha asegurado la autora principal, Cynthia Levine.

   Para alcanzar esta conclusión, los expertos analizaron los hábitos alimenticios de adultos de mediana edad de Estados Unidos y Japón. Especialmente observaron si comían pescado, verduras, bebidas azucaradas, así como sus niveles de colesterol y la cantidad de comida que ingieran en momentos de estrés.

INDEPENDIENTES O INTERDEPENDIENTES

   Con el fin de entender cómo las personas se sentían o no integradas en su cultura, los participantes respondieron a una serie de afirmaciones como, por ejemplo, 'Actúo de la misma manera sin importar con quién estoy' (un estado que refleja independencia, actitud típica de la cultura americana) o 'Mi felicidad depende de la felicidad de los que están a mi alrededor' (actitud propia de la cultura japonesa).

   De esta forma, los científicos comprobaron que los participantes de Estados Unidos que reconocían ser más independientes, eran los que tenían una alimentación más saludable y los que menos usaban la comida como una forma de paliar su estrés.

   Asimismo, y a pesar de que los japoneses suelen tener una dieta más saludable que los ciudadanos de Estados Unidos, el trabajo ha puesto de manifiesto que aquellos que reconocían ser felices cuando los demás lo eran tenían una dieta más sana que los que no eran así.

   "Nos gustaría explorar cómo estas diferencias culturales en los significados de los comportamientos comunes pueden ser utilizados para promover la alimentación saludable o comportamientos saludables", ha zanjado Levine.