Fibra, comida, alimentación
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Actualizado: miércoles, 27 mayo 2015 8:47

MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Un grupo de afroamericanos y africanos que intercambiaron sus dietas típicas durante dos semanas registraron un intercambiado de sus respectivos riesgos de cáncer de colon como se refleja por alteraciones de sus bacterias intestinales, según un estudio internacional liderado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, que se publica este martes en la edición digital de 'Nature Communications'.

   El trabajo sugiere que pasar de una dieta occidentializada a una con alto contenido de fibra y baja en grasas como la tradicional africana reduce los biomarcadores de riesgo de cáncer.

   El investigador principal, Stephen O'Keefe, profesor de Medicina de la División de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición de la Escuela de Medicina de Pitt, observó mientras trabajaba en Sudáfrica que sus pacientes rurales rara vez tenían cáncer de colon o pólipos intestinales, que pueden ser un precursores del cáncer. En el mundo occidental, el cáncer de colon es la segunda causa de muerte por cáncer y los afroamericanos tienen la mayor carga de la enfermedad en Estados Unidos.

   "La dieta afroamericana, que contiene más proteína animal y grasa y menos fibra soluble que la dieta africana, se cree que aumenta el riesgo de cáncer de colon", explica O'Keefe. "Otros estudios con inmigrantes japoneses a Hawai han demostrado que sólo se necesita la occidentalización de una generación para cambiar su baja incidencia de cáncer de colon a las altas tasas observadas en los hawaianos nativos", agrega.

   En este nuevo proyecto, sus autores analizaron el impacto de un breve cambio de dieta en el de colon en un entorno controlado sin preocupaciones por tabaquismo u otros factores ambientales sobre el riesgo de cáncer. Tras analizar sus dietas, 20 voluntarios afroamericanos y 20 personas de zonas rurales de Sudáfrica de 50 a 65 años fueron alojados en un sitio de la Universidad de Pittsburgh y en un centro de alojamiento de África respectivamente, donde comieron comidas preparadas por los investigadores con ingredientes y técnicas culinarias típicas del otro grupo.

   El equipo examinó muestras de contenido fecal y de colon obtenidas mediante colonoscopia de cada voluntario al inicio del estudio y después del periodo de análisis de dos semanas. Aunque el cambio de dieta fue breve, cada grupo tomó las tasas del otro de renovación de las células de la mucosa intestinal, los niveles de fermentación de la fibra y los marcadores de la actividad metabólica bacteriana y la inflamación asociados con el riesgo de cáncer.

   Los afroamericanos experimentaron un aumento en la producción de butirato, que se cree que desempeña un papel clave en las vías de lucha contra el cáncer. Los investigadores destacaron que eliminaron los pólipos intestinales de nueve de los voluntarios afroamericanos, pero que no había ninguno en los africanos.

   "No podemos decir definitivamente de estas medidas que el cambio en su dieta habría dado lugar a más casos de cáncer en el grupo africano o menos en el grupo de América, pero hay buena evidencia de otros estudios de que los cambios que observamos son signos de riesgo de cáncer", señala el coautor Jeremy Nicholson, del Imperial College de Londres, en Reino Unido.

   Según el doctor O'Keefe, aumentar la cantidad de fibra en la dieta --de aproximadamente 10 gramos a más de 50 para los afroamericanos en el cambio de la dieta-- probablemente condujo a modificaciones de biomarcadores que reflejan la reducción del riesgo de cáncer, pero comer menos grasas animales y proteínas también podría ser útil.

   "Estos resultados son realmente muy buenas noticias -destaca--. En sólo dos semanas, un cambio en la dieta pasando de una composición occidentalizado a una dieta tradicional africana con un alto contenido de fibra y baja en grasas reduce estos biomarcadores de riesgo de cáncer, lo que indica que es probable que nunca es tarde para modificar el riesgo de cáncer de colon".