Los genes del cerebro cambian según los alimentos ingeridos

Comida, cena. Comer, hamburguesa, restaurante, amigos
PXABAY - Archivo
Publicado: jueves, 28 febrero 2019 12:02

BARCELONA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un equipo científico del Centro de Regulación Genómica (CRG) en Barcelona ha descubierto cómo los genes del cerebro cambian con los alimentos ingeridos, y ha constatado que una dieta obesogénica --rica en energía-- desencadena cambios en la expresión de los genes de diferentes áreas del cerebro.

El estudio, publicado en la revista 'eNeuro', muestra que pequeños cambios en la expresión de muchos genes se correlacionan con cambios físicos y de comportamiento en los ratones, y ello proporciona pistas sobre cómo un entorno obesógeno puede producir cambios de comportamiento y también alteraciones físicas que conducen a la obesidad.

Los investigadores del CRG Ilario de Toma, Marta Fructuoso y Mara Dierssen, en colaboración con Bartek Wilczynski, de la Universidad de Varsovia, estudiaron cómo la expresión génica cambia en ciertas regiones del cerebro asociadas con el equilibrio de energía y recompensa cuando los animales ingerían las llamadas dietas 'obesógenas'.

Creían que este trabajo les desvelaría por qué los ratones acababan teniendo sobrepeso o comiendo demasiado cuando tienen acceso libre a una dieta de chocolate.

Hasta ahora, se sabía muy poco sobre cómo esta dieta conduce a cambios en la expresión génica en el cerebro y cómo se coordinan estos cambios.

En su investigación, estudiaron los cambios en la expresión génica de los ratones que tenían acceso a una dieta rica en energía, y los ratones a los que se suministraba esta dieta acabaron con sobrepeso y con conductas compulsivas, de manera similar a cómo la obesidad se desarrolla en humanos.

La obesidad es un problema creciente en todo el mundo; en EEUU, los expertos predicen que más del 85% de los adultos tendrán sobrepeso o serán obesos en 2030.

La obesidad incrementa sustancialmente el riesgo de desarrollar otras enfermedades crónicas, incluidas la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y circulatorias, depresión, algunos cánceres y muertes prematuras.