Los edulcorantes bajos en calorías son "aditivos seguros"

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Actualizado: miércoles, 14 noviembre 2018 8:59

MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

La doctora Susana Socolovsky, doctora en Ciencias Químicas de la
Universidad de Buenos Aires y presidenta de la Asociación Argentina de Tecnólogos de Alimentos (AATA), ha resaltado que los edulcorantes bajos en o sin calorías son "aditivos seguros" en la alimentación de la población general, gracias al "riguroso marco normativo y de requerimientos toxicológicos existente a nivel mundial".

Así lo ha resaltado la experta durante el XVIII Congreso Latinoamericano de Nutrición (SLAN) 2018, que se está celebrando del 11 al 15 de noviembre en Guadalajara (México). En el marco de este encuentro, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), junto con el Grupo Latinoamericano de Nutrición Comunitaria (GLANC), organizan una mesa temática centrada en 'El interés de los edulcorantes bajos en o sin calorías en la reducción del consumo de azúcar'.

"La seguridad de los edulcorantes bajos en o sin calorías es un tema que suscita un continuo interés entre la población, por lo que hemos decidido abordarlo durante este encuentro" señala Javier Aranceta-Bartrina, presidente del Comité Científico de la SENC y fundador del GLANC, que ha moderado la mesa junto a Gregorio Varela-Moreiras, catedrático de Nutrición y Bromatología en la Universidad CEU San Pablo y presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN).

Por su parte, Socolovsky ha recordado que los edulcorantes bajos en o sin calorías han sido "minuciosamente revisados y aprobados de forma periódica", con la consecuente autorización por parte de los organismos reguladores de salud de todo el mundo, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).

En esta misma línea, el doctor Ángel Gil Hernández, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Granada y presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT), ha participado en la mesa mostrando los resultados de una reciente investigación sobre la evidencia disponible en la que analizó la relación existente entre los edulcorantes bajos en o sin calorías y la microbiota.

Tras la selección de 133 artículos, Gil-Hernández remarca que los edulcorantes bajos en o sin calorías, en las cantidades utilizadas para endulzar los alimentos y las bebidas, no provocarían cambios significativos sobre la microbiota. Por otra parte, ha asegurado que, si se tiene en cuenta el tipo de edulcorante analizado, "los edulcorantes de tipo poliol (como la isomaltosa, maltitol, lactitol o xilitol) se comportan como prebióticos, ya que se ha observado un aumento del número de bifidobacterias tanto en animales como en los humanos".

MEJOR QUE EL AZÚCAR

Los edulcorantes bajos en o sin calorías podrían mejorar el control de la glucemia en sustitución del azúcar y, en programas de control, también podrían favorecer la reducción de la ingesta global de energía y la pérdida de peso, según ha comentado el doctor Lluis Serra-Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN).

A esta misma conclusión ha llegado 'Consenso Iberoamericano sobre edulcorantes bajos en o sin calorías', en el que han participado más de 60 expertos de nivel internacional y que ha sido publicado recientemente en la revista internacional 'Nutrients'.

Este documento ha analizado la evidencia en relación con el papel de los edulcorantes bajos en o sin calorías en la alimentación, su inocuidad y seguridad, su regulación y los aspectos nutricionales y dietéticos de su uso en alimentos y bebidas

Su objetivo ha sido "proporcionar información útil y basada en la evidencia científica para contribuir a la reducción del consumo de azúcares añadidos a partir de alimentos y bebidas, en línea con las recomendaciones propuestas por las autoridades internacionales de salud pública", señala Serra-Majem.

El Congreso ha contado con la colaboración de otras instituciones como UNICEF, el Instituto Nacional de Salud Pública de México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), la Universidad de Guadalajara, la Asociación Jalisciencie de Nutriólogos A.C. (AJANUT), la Universidad Jesuita de Guadalajara, el Tecnológico de Monterrey y la Unión Internacional de Ciencias de la Nutrición (IUNS).

"El principal objetivo del GLANC es la promoción de la comunicación y colaboración de proyectos y experiencias entre los miembros del territorio latinoamericano, por lo que un evento como el Congreso de la SLAN es un marco idóneo para celebrar reuniones de trabajo en las que intercambiar las últimas evidencias disponibles", ha concluido Aranceta-Bartrina.