El riesgo de aborto se duplica a partir de los 40 años

Ecografía en 3D- embarazo
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 5 noviembre 2015 11:38

   En los casos de estimulación ovárica o de implantación de embriones se multiplican las posibilidades de tener un parto múltiple

   MURCIA, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Quirónsalud ha advertido que la tasa de abortos, debido al deterioro cualitativo de la función ovárica, aumenta en más de un 51 por ciento de los 40 a los 44 años, por lo que cada vez hay más parejas necesitadas de reproducción asistida y en los casos de estimulación ovárica o de implantación de embriones "se multiplican las posibilidades de tener un parto múltiple".

   En concreto, el primer problema que una mujer mayor de 35 años puede encontrarse al decidir ser madre a partir de esa edad es el descenso de su fertilidad. Pero Quirónsalud recuerda que existen también algunos riesgos adicionales relacionados con el embarazo pasados los 40.

   La doctora Noelia Juárez, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Quirónsalud Torrevieja, destaca que "todos los embarazos requieren de hábitos de vida saludables, especialmente en el caso de las mujeres en edad algo más avanzada, por lo que es importante aumentar los cuidados". Además, "conviene valorar las posibles incidencias durante el embarazo y establecer medidas para poder prevenirlas".

   En España, Quirónsalud recuerda que la media de edad para tener el primer hijo se sitúa en torno a los 31 años. La incidencia de los embarazos en la cuarentena es baja, pero aun así significativa, con un aumento progresivo de embarazos tardíos que llegan a buen término a medida que avanza la tecnología médica y la capacidad de matronas y obstetras para anticipar posibles complicaciones, independientemente de que se trate de una gestación espontánea o a través de un tratamiento de reproducción asistida.

   La doctora Francisca Guirao, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Quirónsalud Murcia, explica que "en la cuarentena comienza a hacerse patente el envejecimiento de las células y también se pueden presentar las primeras manifestaciones del acortamiento de los ciclos". El cuerpo de la mujer, de forma natural, trabaja para disminuir las posibilidades de embarazo a medida que esta se acerca a la menopausia.

   Por ese motivo, las parejas con problemas de concepción, tanto por causa femenina como, masculina, se ven necesitadas de acudir, cada vez en mayor medida, a técnicas de reproducción asistida. Por ello, en los casos de estimulación ovárica o de implantación de embriones se multiplican las posibilidades de tener un parto múltiple, lo que implica mayor índice de aborto espontáneo, de prematuridad y de cesárea.

RIESGOS MÁS COMUNES DE UN EMBARAZO TARDÍO

   Entre los riesgos más importantes de un embarazo tardío se encuentra la posibilidad de anomalías cromosómicas. En concreto, Quirónsalud señala que el trastorno cromosómico más común es el Síndrome de Down, que conlleva diferentes grados de retraso mental, además de otras malformaciones graves.

   Este riesgo aumenta con la edad de la mujer y, para conocer o descartar estos problemas, suele acudirse a la amniocentésis o a otras pruebas de diagnóstico prenatal de menor riesgo, aunque se trata solo de exámenes informativos, que no permiten corregir ninguna alteración.

   Otro riesgo es la hipertensión arterial, y es que hasta un 15 por ciento de las mujeres embarazadas registran presión alta durante el periodo de gestación, una incidencia que afecta tanto a la madre como al niño. "Es importante señalar que en los extremos de edad, por debajo de los 20 y por encima de los 40, el riesgo de padecer hipertensión se duplica", señala Quirónsalud.

   Otro riesgo es el parto prematuro, y Quirónsalud explica que el principal riesgo de la prematuridad no es solo la posible muerte del bebé, sino que también hay que considerar posibles secuelas y su nivel de gravedad, que puede ir desde la sordera o la ceguera hasta la parálisis cerebral.

   Por último, cita el riesgo de diabetes gestacional, que es la alteración metabólica más frecuente en el embarazo de edad avanzada y afecta al pronóstico de la madre (con posibles infecciones de orina, aumento excesivo de peso o parto prematuro) y al del bebé, si no se controla como es debido.