La mitad de las embarazadas que no fuman son fumadoras pasivas, algunas por culpa de sus propios familiares

Embarazo, embarazada
FLIKR/ELLEN
Actualizado: martes, 7 octubre 2014 1:28


MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

Una investigación española ha demostrado que hasta el 55 por ciento de las mujeres embarazadas que no fuman son en realidad fumadoras pasivas al estar expuestas al humo del tabaco de otras personas, y en el 24 por ciento de los casos suele ser por miembros de su propia familia, en especial su pareja, según los resultados publicados en la revista 'Science of the Total Environment'.

El estudio forma parte del Proyecto Infancia y Medio Ambiente (Inma) y en él participaron 13 centros de investigación de Asturias, Guipúzcoa, Sabadell y Valencia, que entre 2004 y 2008 analizaron a un total de 1.783 embarazadas no fumadoras, de las que se tomaron muestras de orina durante la revisión médica del tercer trimestre del embarazo y a las que se realizaron también una serie de cuestionarios.

En el cuestionario que tuvieron que responder, se les preguntó sobre los hábitos de vida que podrían estar relacionados con el tabaco, como en qué situaciones estaban expuestas al humo del tabaco.

Y en los análisis de orina se midió el nivel de cotinina, ya que uno de los componentes químicos principales del humo del tabaco, la nicotina, se metaboliza en el hígado nada más introducirse en el cuerpo pero el compuesto que se origina en ese proceso permanece en el mismo de 15 a 20 horas.

"La nicotina no es tóxica para el organismo; crea dependencia, pero no es especialmente perjudicial. Sin embargo, como se encuentra a grandes dosis en el tabaco, se utiliza a modo de indicador para controlar el consumo del tabaco. Precisamente, cuando hay cotinina en la sangre o en la orina, se puede hablar de gran consumo de tabaco o exposición pasiva importante", según ha reconocido Juanjo Aurrekoetxea, investigador del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

De este modo, al comparar los resultados de los análisis y los cuestionarios vieron como el 55 por ciento de las mujeres confesaron haber estado expuestas al humo del tabaco. De éstas, el 38,5 por ciento lo estuvo en actividades asociadas al ocio, especialmente, y el 24,7 por ciento afirmó que alguno de los miembros de la familia era fumador.

A pesar de que la exposición causada por miembros de la familia no es la más habitual, el nivel de cotinina analizado en la orina demuestra que la casa es la principal fuente de exposición, ya que en las mujeres expuestas al humo en ese medio es mayor la concentración de cotinina.

"Cuando la pareja de las mujeres fuma en casa es cuando mayor es la exposición", asegura Aurrekoetxe, mientras que cuando la fumadora es otra persona distinta a la pareja se observa en esas mujeres el segundo mayor nivel de cotinina.

Por ello, Aurrekoetxea avisa de que la mayor fuente de exposición al humo del tabaco es la casa y lamenta que aunque en todos los lugares se afirma que el tabaco es malo y que la exposición pasiva es también mala, parece que "la gente no toma las medidas necesarias para no fumar, ni para no obligar a aspirar el humo del tabaco a mujeres embarazadas".

LA LEY ANTITABACO ES EFECTIVA

Dado el periodo de análisis del estudio, los autores pudieron medir en qué medida afectó la Ley antitabaco del 2006 y vieron como el nivel de cotinina en las mujeres embarazadas descendió un 16 por ciento. "Eso evidencia que ese tipo de medidas afectan", afirma Aurrekoetxea.

Además, al haber realizado el estudio en diferentes lugares, se observaron particularidades de una región a otra. En el caso de las mujeres embarazadas de Guipúzcoa, por ejemplo, observaron que la exposición en general es menor y hay menos mujeres que son fumadoras pasivas.

Sin embargo, entre mujeres sí expuestas se midieron mayores niveles de cotinina de media. "Eso ha sido una sorpresa para nosotros", ha reconocido este experto, quien apunta que ha podido influir el clima de cada comarca y los hábitos propios en cada caso.

En cualquier caso, recuerda que está demostrado que el hecho de que una mujer embarazada se exponga al humo del tabaco perjudica al feto, aumenta el riesgo de aborto y afecta sobre todo al desarrollo de los bebés, ya que entre otros aspectos son más pequeños al nacer y tienen menor desarrollo cognitivo. Además, aunque en menor medida, estos bebés tienen mayor tasa de muerte súbita.