La lactancia materna, clave en la microbiota del bebé

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Foto: FLICKR/DANIEL PEINADO/VIRGINIA ESCUDERO MILLA/CC B
Actualizado: jueves, 14 mayo 2015 9:59

MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -

   La microbiota intestinales un ecosistema que comprende una gran variedad de poblaciones microbianas metabólicamente activas que tienen un importante papel en la salud. Después del nacimiento, los microbios ambientales, orales y cutáneos son transferidos por la madre al recién nacido.

  BACTERIAS INTESTINALES

   Las bacterias intestinales son sospechosas de ser una fuente de nutrientes y vitaminas para un niño en crecimiento. Nuestros inquilinos intestinales son capaces de interactuar con los procesos celulares normales, por ejemplo, producir aminoácidos esenciales. Entender el papel que los microbios intestinales individuales desempeñan en el metabolismo, la inmunidad e, incluso, el comportamiento es un área activa de investigación.

   Un análisis de las muestras de heces de 98 bebés suecos durante el primer año de vida detectó una conexión entre el desarrollo del microbioma intestinal de un niño y la forma en que llega al mundo: los que nacieron por cesárea tenían bacterias intestinales menos parecidas a las de sus madres en comparación con aquellos que nacieron por vía vaginal, según un estudio que se publica en 'Cell host & Microbe's'. El trabajo también reveló que la nutrición es un conductor principal del desarrollo del microbioma intestinal infantil, en concreto la decisión de dar el pecho o el biberón.

  "Nuestros resultados demostraron que el cese de la lactancia materna, en lugar de la introducción de alimentos sólidos, es el conductor principal en el desarrollo de una microbiota como la de un adulto --dice el autor principal del estudio Fredrik Bäckhed, de la Universidad de Gotemburgo, Suecia--. Sin embargo, el efecto de un microbioma alterado en una etapa temprana de la vida en la salud y la enfermedad en la adolescencia y la edad adulta está por demostrar".

   Este nuevo trabajo, dirigido por Bäckhed y Jovanna Dahlgren, en la Universidad de Gotemburgo, Suecia, y Wang Jun, del Instituto de Genómica Shenzhen, en Beijing, China, apoya observaciones anteriores de que las bacterianas colonizadoras más tempranas de los intestinos proceden de la madre. Los investigadores observaron que, si aunque los bebés que nacen por cesárea reciben menos microbios de su madre, estos todavía pueden transmitirse a través de la piel y la boca.

  BACTERIAS EN EL CUERPO DE UN BEBÉ

   Una vez que las bacterias se afianzan en el intestino de un bebé, sus poblaciones cambian dependiendo de lo que come un niño. Los investigadores creen que el cese de la lactancia materna es un momento muy importante en el desarrollo del microbioma porque ciertos tipos de bacterias prosperan en los nutrientes que la leche materna proporciona. Así, cuando estos nutrientes ya no están disponibles, emergen otras bacterias vistas con mayor frecuencia en los adultos.

   "Nuestros resultados subrayan el papel de la lactancia materna en la formación y la sucesión de las comunidades microbianas del intestino durante el primer año de vida", escriben los autores.

   La microbiota intestinal de los niños ya no amamantan fue enriquecida en especies pertenecientes a clostridios que son frecuentes en los adultos, como 'Roseburia', 'Clostrium' y 'Anaerostipes'. Por el contrario, 'Bifidobacterium' y 'Lactobacillus' todavía dominaban la microbiota intestinal de los lactantes alimentados con leche materna a los 12 meses.

LOS ANTIBIÓTICOS, ENEMIGOS DE LA MICROBIOTA

   Los antibióticos representan una cuarta parte de todos los medicamentos que se administran a los niños, con un tercio de las recetas consideradas innecesarias. Además de las preocupaciones sobre la resistencia a los antibióticos, estos fármacos alteran la microbioma intestinal de un niño de manera que una cantidad creciente de evidencia sugiere que pueden tener consecuencias a largo plazo, incluyendo la obesidad, alergias y enfermedades autoinmunes.

   Basándose en una revisión de la literatura, el biotecnólogo Dan Knights, de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, y sus colegas desarrollaron un marco de cómo los antibióticos pueden estar actuando en el intestino para causar estos resultados. En el caso de las alergias, por ejemplo, el uso de antibióticos puede erradicar las bacterias intestinales clave que ayudan a las células inmunes a madurar. Estas células habrían sido esenciales para mantener el sistema inmunológico a raya cuando se enfrentan a los alérgenos. Incluso si estas bacterias vuelven, el sistema inmune sigue estando alterada.

   Los investigadores también desarrollaron una prueba de diagnóstico que puede calcular la edad de desarrollo del microbioma del intestino de un bebé en relación con los bebés sanos. A su juicio, los pediatras podrían emplear una prueba similar para identificar y potencialmente tratar a los bebés más de un mes después del desarrollo normal.

EL MICROBIOMA JUEGA UN PAPEL EN EL ASMA

   La búsqueda de respuestas sobre el reciente aumento de la prevalencia del asma, especialmente para los niños de hasta 4 años de edad, llevó a los investigadores a considerar los cambios en el microbioma del intestino y las vías respiratorias como un factor ambiental que contribuye en el desarrollo de esta tratable, pero incómoda, enfermedad.

   Susan Lynch y Kei E. Fujimura, de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, presentan las últimas investigaciones en ratones que exploran esta relación, sobre todo, cómo determinados tipos de bacterias alteran la presencia de diferentes células inmunes. Aunque sigue siendo un cuerpo emergente de trabajo, creen que es evidencia de que la manipulación del microbioma intestinal/de la vía aérea a una edad temprana podría dar lugar a nuevas estrategias para prevenir o controlar el asma.