Embarazada
GETTY
Actualizado: lunes, 19 diciembre 2016 18:11

    MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio dirigido por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona y el Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques (IMIM) revela cómo el embarazo provoca alteraciones duraderas en la estructura cerebral de la madre, probablemente relacionadas con mejoras en su capacidad para proteger e interactuar con el niño, como se detalla en un artículo publicado en 'Nature Neuroscience'.

   El embarazo involucra aumentos radicales de hormonas y adaptaciones biológicas, pero los efectos sobre el cerebro todavía se desconocen. En este trabajo, el equipo de científicos comparó la estructura del cerebro de mujeres antes y después de su primer embarazo, demostrando que el embarazo implica cambios duraderos --al menos durante dos años después del parto-- en la morfología del cerebro de una mujer.

   Usando la resonancia magnética, estos científicos han podido demostrar que los cerebros de las mujeres que han tenido un primer embarazo presentan reducciones significativas en la materia gris en regiones asociadas con la cognición social. Los investigadores creen que estas modificaciones corresponden a un proceso adaptativo de especialización funcional hacia la maternidad.

   "Estos cambios pueden reflejar, al menos en parte, un mecanismo de poda sináptica, que también tiene lugar en la adolescencia, donde se eliminan las sinapsis débiles dando paso a redes neuronales más eficientes y especializadas", explica la coautora principal del artículo e investigadora de la Universitat Autónoma de Barcelona en el momento del estudio Elseline Hoekzema. Según la psicóloga y doctora en Neurociencias por la Autónoma Erika Barba, la otra coautora principal, "estas modificaciones afectan a áreas cerebrales asociadas con las funciones necesarias para manejar los desafíos de la maternidad".

   De hecho, los investigadores encontraron que las áreas con reducciones de materia gris se superponían con regiones cerebrales activadas durante una sesión de neuroimagen funcional en la que las madres participantes en el estudio observaban imágenes de sus propios bebés.

MENOS MATERIA GRIS EN LA CORTEZA PREFRONTAL Y TEMPORAL

   Para realizar el trabajo, los investigadores compararon las imágenes de resonancia magnética de 25 madres primerizas antes y después de su embarazo, de 19 parejas masculinas y de un grupo control formado por 20 mujeres que nunca habían estado embarazadas y 17 parejas masculinas. Reunieron información sobre los participantes durante cinco años y cuatro meses.

   Los resultados de la investigación, dirigida por Òscar Vilarroya y Susanna Carmona demostraron una reducción simétrica del volumen de materia gris en la línea medial frontal y posterior del córtex, así como en secciones específicas de la corteza prefrontal y temporal en mujeres embarazadas. "Estas áreas corresponden en gran medida a una red asociada a procesos que intervienen en la cognición social y el procesamiento auto-enfocado", indica Carmona, en la UAB en el momento del estudio y ahora en la Universidad Carlos III de Madrid y afiliada al CIBER de Salud Mental (CIBERSAM).

   Los análisis del estudio determinaron con gran fiabilidad si cualquier mujer del estudio había estado embarazada en función de los cambios en la estructura cerebral. Incluso, los autores fueron capaces de predecir el apego de la madre a su bebé en el periodo postparto según estos cambios cerebrales.

   El trabajo tuvo en cuenta variaciones en mujeres que habían sido sometidas a tratamientos de fertilidad y mujeres que se habían quedado embarazadas naturalmente, y las reducciones en la materia gris eran prácticamente idénticas en ambos grupos. Los investigadores no observaron cambios en la memoria u otras funciones cognitivas durante las gestaciones y, por lo tanto, creen que la pérdida de materia gris no implica ningún déficit cognitivo.

   "Los hallazgos apuntan a un proceso adaptativo relacionado con los beneficios de una mejor detección de las necesidades del niño, como la identificación del estado emocional del recién nacido. Además, aportan pistas importantes sobre las bases neuronales de la maternidad, la salud mental perinatal y la plasticidad cerebral en general", subraya Vilarroya, de la Unidad de Investigación de Neurociencias Cognitivas del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la UAB y coordinador del grupo de Investigación sobre Neuroimagen de los Trastornos Mentales de la Fundación IMIM.

   También colaboraron en la investigación Cristina Pozzobon, Florencio Lucco y Agustín Ballesteros (Instituto Valenciano de Infertilidad, IVI); Marisol Picado (Hospital Clínic); Eveline A. Crone (Universidad de Leiden); David García-García y Manuel Desco (Universidad Carlos III e Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, Madrid); Y Juan Carlos Soliva y Adolf Tobeña (UAB).

Más noticias