A debate los beneficios de la 'siembra vaginal'

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GETTYMARTIN VALIGURSKY
Actualizado: miércoles, 24 febrero 2016 6:45

   MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Los médicos están viendo un aumento en el número de padres que solicitan la llamada 'siembra vaginal' para los bebés nacidos por cesárea, según un editorial que se publica en 'BMJ', que alerta de la inexistencia de evidencia sobre los beneficios de este procedimiento. La práctica, que también se conoce como 'microbirthing', consiste en tomar una muestra de la vagina de la madre y aplicarla sobre la boca, los ojos, la cara y la piel del bebé poco después del nacimiento por cesárea.

   La idea es que la siembra vaginal permita que un bebé nacido por cesárea entre en contacto con las bacterias presentes en la vía del parto vaginal con la esperanza de que esto pueda aumentar sus bacterias intestinales y reducir el riesgo de enfermedades como alergias u obesidad.

   Sin embargo, a pesar de la creciente popularidad del procedimiento, hasta ahora no hay evidencia suficiente para sugerir que esto sea beneficioso, sostiene el doctor Aubrey Cunnington, del Departamento de Medicina del Imperial College de Londres, Reino Unido, y autor principal del artículo de BMJ. Debido a esta falta de pruebas, los profesionales médicos no están en condiciones de recomendar o alentar la práctica.

   "La demanda de este proceso ha aumentado entre las mujeres que acuden a los hospitales en Reino Unido - pero esto ha superado la sensibilización y orientación profesional. Por el momento, estamos muy lejos de tener la evidencia de base para recomendar esta práctica. Simplemente no hay evidencia que sugiera que tiene beneficios y puede llevar a riesgos potenciales", apunta.

   El doctor Cunnington argumenta que hay un riesgo potencial de transferencia de bacterias dañinas, como estreptococos del grupo B, al bebé a través de la muestra. Aunque se trata de las mismas bacterias a las que se expone un bebé durante un parto vaginal, Cunnington dice que el personal no se daría cuenta de si un bebé ha sido expuesto a esta bacteria.

   "Es importante que los padres digan al personal que han realizado el procedimiento, por lo que el equipo de salud sea consciente de que el bebé está en riesgo de las mismas infecciones que un bebé nacido por parto vaginal", dice.

   Cunnington explica que la práctica parece haber comenzado porque la evidencia sugiere que los bebés nacidos por cesárea tienen un riesgo ligeramente mayor de trastornos posteriores en la vida, como obesidad, alergias y patologías autoinmunes, como la enfermedad inflamatoria intestinal.

Algunos estudios sugieren que estos bebés tienen un microbioma diferente (la colección de millones de bacterias que viven en nuestros intestinos) a los nacidos por vía vaginal. Una teoría sugiere que esto puede deberse a que las bacterias a las que el bebé está expuesto en el canal de parto durante un parto vaginal colonizan el intestino del bebé, ayudándole a protegerse contra enfermedades como las alergias.

   La teoría es que mediante la transferencia de bacterias de madre a hijo, estas bacterias pueden entonces llegar hasta el intestino del bebé y alterar las bacterias en su intestinto, el llamado microbioma. Ahora hay numerosas pruebas sobre que las diferencias en el microbioma se asocian con riesgo de desarrollar trastornos como alergias y obesidad.

POSIBLE TRANSFERENCIA DE BACTERIAS DAÑINAS

   "Sin embargo, las personas han dado un salto de lógica de que las bacterias intestinales deben ser el vínculo entre la cesárea y el riesgo de estas enfermedades, pero no se sabe a ciencia cierta ni si se puede influir en la microbiota transfiriendo las bacterias de una muestra de la madre a su hijo", dice el doctor Cunnington.

   Este experto añade que sólo hay un estudio en curso sobre la siembra vaginal, que está examinando si la práctica puede cambiar microbioma intestinal de un bebé. Sin embargo, en esta investigación, los científicos están evaluando las bacterias potencialmente peligrosas de las madres, algo que no suele ocurrir en un entorno hospitalario de rutina.

   "En algunos países, incluyendo Reino Unido, no analizamos a las mujeres embarazadas para las bacterias de estreptococos del grupo B. Éstas están presentes en aproximadamente una de cada cuatro mujeres embarazadas y aunque no supone ningún riesgo para la madre puede causar infecciones mortales en los bebés", dice Cunnington.

   "También hay otras bacterias que no causan síntomas en la madre, como la clamidia, la gonorrea y el virus del herpes simple, que podrían ser transferidas mediante la muestra. Un colega tuvo que intervenir cuando una madre con herpes genital, a la que se le practicó una cesárea, estaba a punto de realizar este proceso. Posiblemente habría transferido el virus del herpes al bebé", agrega.

   El doctor Cunnington detalla que a menudo la pareja se compromete a realizar el proceso de la muestra, pero en algunos casos los padres piden personal médico que realicen el procedimiento. "Médicos, enfermeras, parteras y padres deben ser conscientes de que están haciendo algo con un riesgo potencial y que en la actualidad no tiene ninguna evidencia de beneficio", alerta el doctor Cunnington.

   Y concluye aconsejando otros factores también pueden afectar al microbioma de un bebé: "Fomentar la lactancia materna y evitar antibióticos innecesarios pueden ser más importantes que preocuparse por transferir las bacterias vaginales de la madre al intestinto del bebé".