Embarazada en el supermercado buscando comida sana
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Actualizado: jueves, 3 septiembre 2015 12:58

MADRID, 10 Jul. (Infosalus/EP) -

   Las mujeres embarazadas se encuentran en un grupo de alto riesgo para las enfermedades alimentarias debido a la alteración que sufre su sistema inmune en los meses de gestación. Esto supone que será más difícil combatir ciertos microorganismos dañinos presentes en los alimentos que pueden afectar a la futura madre y a su bebé en desarrollo.

   COMER BIEN DURANTE EL EMBARAZO

   Desde el Departamento de Alimentación y Fármacos de Estados Unidos (FDA, según sus siglas en inglés) se ha creado en su sitio web un apartado dedicado a las mujeres embarazadas donde se puede acceder a información y consejos sobre seguridad alimentaria durante el embarazo.

   A continuación reproducimos los aspectos más importantes que incluyen precauciones básicas, consejos sobre la manipulación de alimentos y cómo comer con seguridad fuera de casa:

   * Seguir las cuatro reglas claves de la seguridad alimentaria: es especialmente importante ser diligente al realizar estas acciones:

   - Limpiar: lavar las manos y superficies a menudo.
   - Separar: evitar la contaminación cruzada entre alimentos.
   - Cocinar bien: cocinar a temperaturas adecuadas.
   - Enfriar: refrigerar los alimentos con rapidez.

   * Ser consciente del metilmercurio: es un metal que puede encontrarse en el pescado, incluyendo el pez espada, el tiburón, la caballa rey y el panga. Si lo consume una mujer embarazada, el metilmercurio en estos peces puede ser perjudicial para el feto. Así que, aunque el pescado es una parte importante de una dieta saludable global, las mujeres embarazadas deberían evitar ciertos tipos de pescado.

   * Evitar la listeriosis: esta infección está causada por la 'Listeria monocytogenes', una bacteria dañina que puede encontrarse en alimentos preparados con leche no pasteurizada; alimentos refrigerados listos para comer; y frutas y vegetales frescos contaminados. Una refrigeración rápida a 4,4 grados centígrados o inferior es crítica para evitar la listeriosis al igual que tirar cualquier alimento que se haya dejado a temperatura ambiente durante más de dos horas (y seguir los cuatro pasos anteriores).

   * Evitar el 'toxoplasma gondii': este parásito se encuentra en la carne poco cocinada o cruda, productos agrícolas sin lavar, agua contaminada, suelo y cajas de litera de gatos sucia. Las mujeres embarazadas pueden prevenir esta peligrosa infección siguiendo los cuatro primeros pasos y evitando beber agua sin tratar y no tocar litera de gatos mientras estén embarazadas.

COMER FUERA DE CASA

   Comer en un restaurante puede ser una experiencia agradable pero durante el embarazo hay que tener especial cuidado de que los alimentos servidos sean seguros. Algunos consejos a tener en cuenta se refieren a aspectos como la limpieza, la cocción de los alimentos y su mantenimiento tras su preparación.

   1. Limpieza como punto de partida

   Cuando entremos en un restaurante es recomendable examinar el local e incluso dónde nos vamos a sentar y si no está limpio se debería considerar cambiar de lugar. Además, hay que lavarse las manos con agua y jabón antes de comer y si esto no es posible utilizar toallitas con base de alcohol o alguna fórmula en gel para la limpieza de las manos.

   2. Examinar con cuidado el menú

   Al comer fuera no está de más recordar que pueden existir bacterias dañinas escondidas en algunos alimentos del menú, así que hay que prestar atención al tipo de comida que hay en él y cómo está preparada.

   3. Muy hecho, por favor

   La comida debe estar siempre muy cocinada, en especial carne, aves, pescados y huevos. Cuando se sirva una comida guisada, debe estar muy caliente y cocinada por completo. Si parece templada, devuelve el plato.

   4. Optar por lo crudo es arriesgado

   El pescado crudo, como el sushi o el sashimi, o los alimentos hechos con pescado crudo son más propensos a contener parásitos o bacterias que los alimentos realizados a partir de pescado cocinado. Es mejor evitar también aleta de tiburón y moluscos, incluidas ostras, almejas y mejillones.

   5. Lo que no hay que pedir

   Siempre que no exista seguridad sobre sobre los ingredientes de un plato en particular, lo más recomendable es preguntar al camarero que atiende la mesa antes de pedir. Y si entre los ingredientes del plato o los elementos del menú se encuentran alguno de los siguientes es mejor elegir otra opción:

* Pez espada, panga, caballa rey y tiburón: estos peces pueden contener altos niveles de metilmercurio, un metal que puede ser perjudicial para el feto en desarrollo. Del resto de especies marinas, incluido el marisco, se puede comer por semana de forma segura 340 gramos de pescado cocinado. Una ración típica tiene entre 85 y 170 gramos, si las raciones son más pequeñas se puede comer pescado de forma más frecuente.

* Brotes crudos de cualquier tipo: las bacterias pueden alcanzar las semillas de los germinados a través de grietas en la cáscara antes de que salgan los brotes. Una vez que esto sucede, estas bacterias son casi imposibles de eliminar. Examina sandwiches y ensaladas porque menudo contienen brotes crudos y pide de forma expresa que no se añadan a tus alimentos.

* Bebidas recién preparadas: los zumos que se exprimen al momento y se venden por vasos en algunos locales de fruta fresca, por ejemplo, podrían no estar pasteurizados o tratados para ser consumidos con seguridad por las embarazadas. Las mujeres gestantes y los niños pequeños deben evitar los zumos que no estén pasteurizados.

* Huevos crudos o poco cocinados: las bacterias dañinas pueden encontrarse en los huevos poco cocinados o crudos. Algunos restaurantes podrían utilizar huevos sin cocinar en alimentos como el aliño para las ensaladas César, natillas y otras salsas. Es clave evitar los alimentos que contengan huevos poco hechos o crudos.

6. Llevarse las sobras y comida para llevar

   Cada vez más restaurantes permiten preparar para llevar lo que no se ha consumido durante la comida y también ha aumentado el número de personas que se acogen a esta posibilidad. Aunque es una opción cada vez más común, las embarazadas deben tener especial cuidado con estos restos de alimentos en cuanto a su manejo, transporte y conservación.

* Si se opta por llevarse las sobras del restaurante hay que estar en casa en las dos horas siguientes a que el plato se haya servido, ir directamente a casa y poner los restos en el refrigerador tan pronto como se llegue. No se debe de dejar en el coche la comida pues la temperatura en el interior suele ser superior a la del exterior y permitir la proliferación de microorganismos dañinos.

* Si se compra comida cocinada y caliente para llevar debe llevarse a casa con rapidez y comerla al momento. Los alimentos fríos deben comerse dentro de las dos horas siguientes a la preparación, almacenarlos en el refrigerador o congelarlos para comerlos en otro momento.

* No hay que dejar los alimentos a temperatura ambiente, si no se van a comer en dos horas se pueden mantener calientes en el horno con una temperatura de 93 grados centígrados o superior. Cubrir la comida ayudará a mantener la humedad y el calor. Un termómetro para los alimentos ayuda a asegurar que la comida mantiene una temperatura interna de 60 grados centígrados.

7. La zona de peligro

   La 'zona de peligro' es el rango de temperaturas en el que las bacterias pueden crecer, normalmente entre 4 y 60 grados centígrados. Por seguridad alimentaria, es importante mantener los alimentos por debajo o por encima de esta 'zona de peligro'. Es útil recordar la regla de las dos horas: tira cualquier producto perecedero (alimentos que puedan estropearse o contaminarse por bacterias si no están refrigerados) que se quede a temperatura ambiente más de dos horas. Cuando las temperaturas están por encima de los 32 grados centígrados es mejor tirar la comida después de una hora a temperatura ambiente.