La embolización de la arteria prostática ayuda a orinar menos de noche

Baño, váter
PIXABAY
Actualizado: miércoles, 6 abril 2016 15:32

   MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La embolización de la arteria prostática, tratamiento no quirúrgico para la hiperplasia benigna de próstata, también favorece que estos pacientes reduzcan el número de veces que se despiertan por la noche para orinar, según los resultados de un estudio del Instituto Vascular de Virgina y la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos).

   En concreto, los resultados de un estudio presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Radiología Intervencionista que se celebra en Vancouver (Canadá) demuestra que los pacientes que se sometieron a este tratamiento decían dormir mejor, lo que conlleva una mejor calidad de vida.

   "Despertarse por la noche por la necesidad urgente de orinar altera significativamente la calidad de vida de muchos pacientes", según ha destacado Sandeep Bagla, investigador principal del estudio, que recuerda que este tratamiento tiene la ventaja de ser menos invasivo que otros ya que se puede realizar de forma ambulatoria, lo que "permite a muchos hombres irse a casa el mismo día".

   En su estudio hicieron un análisis retrospectivo de 68 pacientes con hiperplasia benigna de próstata que se sometieron esta intervención, en quienes posteriormente se analizó su calidad de vida a través de una escala en la que 0 reflejaba que estaban encantados con su situación actual y 6 que ésta era insoportable.

   Los pacientes también utilizaron un índice sobre los síntomas de este trastorno diseñados por la Asociación Americana de Urología (AUA, en sus siglas en inglés), que permitía valorar con una escala de 35 puntos los síntomas urinarios antes y después del tratamiento (al mes y a los tres meses).

   Así, antes del tratamiento los pacientes decían tener una puntuación media de 23,9 en la escala de la AUA y puntuaban con 4,8 su calidad de vida, en parte porque solían orinar una media de 3,3 veces a lo largo de la noche.

   Al mes de la intervención, se observó una mejoría de la frecuencia de la micción nocturna, con una reducción absoluta media de 0,85 episodios por noche en 25 de los 46 pacientes (54,4% menos) en los que se completó el seguimiento. Asimismo, todos estos pacientes también informaron de una reducción de 10 puntos de media en la escala de la AUA y una mejoría de la calidad de vida, que bajó hasta los 2,1 puntos de media.

   Y a los tres meses, 28 de los 38 pacientes (73,7%) que siguieron hasta ese periodo redujeron su micción nocturna una media de 1,4 episodios por noche, así como una reducción de 13,4 puntos en las puntuaciones AUA y una mejora de 2,8 puntos en sus puntuaciones de calidad de vida.

   La técnica consiste en la implantación de un catéter en la arteria femoral hacia ambos lados de la glándula de la próstata. Una vez colocado, se utiliza para depositar unas esferas microscópicas que bloquean el flujo sanguíneo y favorecen que la próstata reduzca su tamaño.

    "Muchos de mis pacientes me han dicho que la reducción de la necesidad de ir al baño durante la noche ha mejorado su vida cotidiana", ha señalado Bagla.