Dolores de cada día

Dolor crónico
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Actualizado: jueves, 17 septiembre 2015 17:10

MADRID, 4 May. (Infosalus/EP) -

   Cuando el dolor se instala en el día a día la calidad de vida sufre un importante revés. Los mayores aprenden a convivir con estos 'achaques' pero existen técnicas para gestionar el dolor que pueden ayudar a que dejen de ocupar los primeros puestos de las preocupaciones cotidianas.

   Muchos mayores padecen problemas de salud crónicos que conllevan que el dolor sea algo común en sus vidas. Un dolor persistente es un dolor o malestar prolongados en el tiempo, que viene o va durante un periodo de meses o incluso años. Es el caso por ejemplo de trastornos como la artritis.

   A través del sitio web 'www.healthinaging.or' de la Fundación de Salud y Envejecimiento de la Sociedad Americana de Geriatría los especialistas señalan que el dolor persistente no es una parte "normal" del envejecimiento y que no debería ser ignorado. Si se deja sin tratar, el dolor persistente puede hacer difícil el sueño, caminar y realizar las actividades diarias.

   "Recuerde, no tiene que vivir con dolor sin recibir tratamiento. Su médico puede ayudarle a encontrar la mejor forma de controlar su dolor", subrayan los expertos de Healthiaging.org. A continuación Infosalus reproduce los 10 aspectos que, según este organismo, los mayores deberían poner en práctica para controlar en la medida de lo posible los dolores que sufren.

1. Lleve un diario sobre el dolor. Un diario en este sentido permite un seguimiento del dolor, su impacto sobre la vida diaria y la respuesta ante los tratamientos. Un diario es clave cuando se comienza o añade un nuevo fármaco para el dolor ya que puede llevar algo de tiempo descubrir las mejores dosis y combinaciones para el trastorno en cuestión.

2. Intente cuantificar la intensidad del dolor. Esta medida ayuda a comunicar al médico la experiencia individual ante el dolor y a determinar el tratamiento más eficaz.

3. Asegúrese de dar a conocer a su médico otros trastornos que padezca. Esto incluye otras enfermedades, trastornos crónicos, alergias o la cirugía por la que haya pasado. Un historial completo es clave para evitar posibles interacciones de fármacos, en particular si se ha padecido enfermedad renal o hepática.

4. Utilice una combinación de tratamientos. Los medicamentos funcionan mejor cuando se combinan con otras terapias no farmacológicas. Las técnicas de reducción del estrés, el ejercicio y los programas psicológicos o sociales pueden ayudar. Los grupos de apoyo podrían también ayudar a afrontar el dolor persistente. Pregunte a su médico sobre las unidades del dolor y los centros específicos. La complejidad del dolor persistente o crónico puede requerir de un equipo de profesionales especializados.

5. Lleve un diario de medicación. Es muy útil realizar una lista de cada fármaco o producto para la salud que se toma. En ella se deben incluir medicamentos 'naturales' (homeopáticos y herbales) y sus respectivas dosis. Llévela consigo siempre en el bolso o la billetera ante una posible emergencia. Llevarla a la consulta médica permite que el facultativo evalúe la posibilidad de dejar o reducir la dosis de los medicamentos.

6. Mantenga informado a su médico sobre la respuesta al tratamiento y los cambios en el dolor. Si se han producido alteraciones en la intensidad del dolor o en su localización o sensaciones asociadas podría necesitar cambios en el tratamiento.

7. Asegúrese de que su médico conoce cualquier efecto secundario. Aunque crea que el efecto secundario es menor su médico debería saberlo. Debe también explicarle cuánto tiempo dura el efecto en cuestión, su gravedad y qué medicamentos estaba tomando en ese momento.

8. Vigile su funcionamiento intestinal mientras tome analgésicos opioides. Estos fármacos pueden producir estreñimiento. Las frutas y verduras frescas y otras formas de fibra pueden ayudar a prevenirlo pero también se pueden tomar fármacos para combatirlo.

9. Emplee sólo una farmacia para gestionar todas sus recetas. La farmacia mantiene un registro de sus medicamentos. De esta forma, el farmacéutico puede alertarle a usted o a su médico ante posibles interacciones.

10. El control ideal del dolor requiere revisiones periódicas. Planifique un seguimiento de citas antes de dejar la consulta del médico.