El uso del interferón pegilado será necesario para lograr una alta curación de la hepatitis C, según expertos

Actualizado: martes, 7 octubre 2014 2:17

MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los nuevos antivirales directos contra la hepatitis C permitirá una curación de hasta el 90 por ciento, pero para ello será necesario complementarlos con el interferón pegilado para alcanzar estas tasas tan altas, según ha asegurado el jefe de la Unidad de Hepatología del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, Ramón Planas, durante el XXXIX Congreso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) celebrado en Madrid.

Durante una jornada en la que se analizaron los nuevos antivirales y los beneficios de los tratamientos de forma global, el doctor Planas ha señalado que los tratamientos actuales duran entre 24 y 48 semanas y con los nuevos podrán tratarse entre 12 y 24 semanas y con una tolerancia mucho mayor.

Sin embargo, admite este experto, para ello es fundamental evaluar si el enfermo puede esperar a tratarse con las nuevas terapias o es necesario actuar con las actuales.

Y en este sentido, ha destacado que el interferón pegilado sigue siendo el tratamiento base de las terapias en todos los tipos de pacientes, ya que evita que aparezcan resistencias frente a agentes antivirales directos.

De hecho, este fármaco es imprescindible actualmente porque consigue altas tasas de curación en pacientes con genotipo 2 y 3, pero también en genotipo 1, cuando se asocia a los inhibidores de la proteasa de primera generación.

"El interferón es importante actualmente pero también lo será en el futuro inmediato", ha defendido, y aunque se incorporen terapias que puedan no necesitarlo siempre existirá un subgrupo de pacientes más difíciles de tratar por sus circunstancias clínicas, analíticas o serológicas que requerirán en algún momento la administración asociada del interferón pegilado".

Por otro lado, en las jornadas también han analizado las herramientas que han surgido en los últimos años para monitorizar la respuesta virológica de los pacientes, lo que permite minimizar el gasto económico y la aparición de efectos adversos.

Según el doctor Manuel Romero, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital de Valme de Sevilla, "la monitorización es clave porque nos da la posibilidad de tomar decisiones correctas y nos aporta un mayor conocimiento a la hora de interpretar los resultados, ya que, por ejemplo, si un paciente inicia un tratamiento con doble o triple terapia y tras cuatro semanas negativiza el virus sabremos que ese paciente tiene muchas posibilidades de curarse".

Asimismo, sirve para poner de manifiesto que en ocasiones el tratamiento falla y no se produce una negativización del virus, "lo que significa que han aparecido resistencias y es necesario optar por un nuevo tratamiento o la incorporación de nuevos fármacos" explica el doctor Romero.