Usan ositos de gominola para mejorar el encapsulado de los medicamentos

Ositos de gominola
Foto: TUM
Actualizado: lunes, 5 enero 2015 17:35

MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Technische Universität de Munich (TUM), en Alemania, han realizado un curioso estudio con ositos de gominola sometidos a fuego antimateria para conocer el nivel de porosidad de la gelatina, utilizada por la industria farmacéutica para el encapsulado de muchos medicamentos, y mejorar su eficacia.

   Según explican los autores de este trabajo, publicado en la 'The Journal of Physical Chemistry', la gelatina protege contra la oxidación e impide la liberación inmediata de los medicamentos cuando entran en el organismo. Además, su textura la hace más fácil de tragar.

   La clave de su potencial son los nanoporos que tiene este material, ya que "cuanto mayor sea el volumen libre, es más fácil que el oxígeno penetre y dañe la medicación, al tiempo que la hace más frágil", asegura Christoph Hugenschmidt, uno de los autores del trabajo.

   Sin embargo, resulta difícil de determinar el tamaño y la distribución de estos poros, de ahí que utilizaran una espectroscopía por aniquilación de positrones (PAS), un método basado en observar las reacciones de los fotones gamma producidos por el choque de positrones y un electrones, para cuantificar el tamaño de los huecos libres de las preparaciones de gelatina.

   "Usando los positrones como sondas, hemos podido determinar el volumen de los nanoporos en sistemas desordenados como la gelatina", ha explicado Hugenschmidt.

   Los positrones son las antipartículas correspondientes a los electrones, y a diferencia de estas últimas, tienen carga positiva. Se pueden producir tanto en el laboratorio en pequeñas dosis como en este experimento, o en cantidades mayores.

   Y si un positrón se encuentra con un electrón forman brevemente dos fotones, y poco después las partículas se aniquilan emitiendo un destello de luz. Este proceso se conoce como 'positromiun'.

   Los científicos mojaron en agua a los ositos de goma de color rojo y analizaron producción de fotones gamma en las distintas etapas de secado de la gominola. Sus mediciones mostraron que cuando los ositos están secos, los positrones sobreviven sólo 1,2 nanosegundos, mientras que el promedio de duración en los ositos de goma empapados --y, por tanto, con más porosidad-- era de 1,9 nanosegundos.

   De este modo, y según el tiempo de vida de los positrones, los científicos pudieron deducir el número y tamaño de los nanoporos en el material.