Estos son los signos que te avisan de que los fármacos están dañando tu estómago

Female hands hold pill and glass of water
Female hands hold pill and glass of water - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / NIMIS69 - Archivo
Publicado: viernes, 26 junio 2020 8:30

   MADRID, 26 Jun. (EDIZIONES) -

   Hay medicamentos que por su mecanismo de acción pueden producir efectos no deseables en el organismo y, muy especialmente, en el aparato digestivo. En concreto, el abuso de antiinflamatorios puede dañar tu estómago hasta límites insospechados. Por eso siempre, lo mejor, es seguir las pautas del médico o del farmacéutico en su toma y, ante la mínima sospecha, preguntar.

   Según explica la doctora Susana Jiménez Contreras, especialista en Aparato Digestivo y portavoz de la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD), en una entrevista con Infosalus, los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) son unos potentes fármacos con efecto analgésico y antiinflamatorio que pueden comprarse en su mayoría sin prescripción médica.

   Estos se dividen principalmente en AINEs selectivos y no selectivos. Los no selectivos son el ácido acetilsalicílico (aspirina), ibuprofeno y naproxeno. Mientras, los AINEs no selectivos son 'celecoxib' y 'etoricoxib'. En cuanto a las alteraciones digestivas, los AINEs no selectivos tienen más riesgo de producirlas, a pesar de que son los que más se emplean, mientras que los AINEs selectivos son más seguros, según señala la experta.

   En cuanto a los signos que deben hacernos sospechar de que un fármaco de estas características no nos está sentando bien en el estómago, la doctora Jiménez indica que, en el caso de los AINEs no selectivos, cuando son utilizados a corto plazo, puede aparecer dispepsia o molestias a nivel gástrico tipo quemazón, dolor, o pesadez tras la comida.

   "Cuando se utilizan más a largo plazo, y sobre todo con dosis diarias altas, existe riesgo de úlcera gástrica o duodenal, y de sangrado. También pueden producirse úlceras o estenosis inflamatorias a nivel de intestino delgado y colon", menciona.

   En el caso de la úlcera gastroduodenal, precisa que ésta se manifiesta principalmente con dolor intenso a nivel epigástrico (parte alta y central del abdomen). Puede aparecer quemazón. "El dolor es típico que sea más intenso en ayunas y se alivie con la ingesta de alimentos. Las úlceras a nivel intestinal pueden ser asintomáticas y manifestarse en forma de anemia o de sangrado digestivo, que si es de escasa cuantía, puede pasar desapercibido", puntualiza la portavoz de la FEAD.

   Ahora bien, sostiene que, si la cantidad es mayor, puede manifestarse en vómitos o en las heces. En el caso de los vómitos, cuando el sangrado es reciente, será sangre roja y cuando se ha producido varias horas antes del vómito, éste será oscuro o negruzco, y se le llama 'vómitos en posos de café', según detalla. "En las heces, si el sangrado procede del estómago, éstas serán negruzcas (llamadas 'melenas'), y si procede del intestino delgado o del colon será roja (de un rojo más claro o brillante cuanto más alejado del estómago esté el origen del sangrado)", aprecia la doctora Jiménez.

   En este sentido, desde la FEAD puntualizan que en torno a un 20% de los pacientes que toman AINE pueden sentir algunas molestias digestivas como pesadez, ardor o dolor en la región del estómago.

   "En general, estos síntomas no tienen trascendencia clínica y remiten al abandonar el fármaco o, cuando ello no es aconsejable, con la adición por parte del médico de un medicamento protector", agrega.

   Entre un 15-30% de los pacientes pueden presentar erosiones en la mucosa del tubo digestivo, que en muchos casos no llegan a producir síntomas, y que sólo pueden diagnosticarse si en ese momento se les practica una gastroscopia, agrega la FEAD.

   "Estas erosiones tampoco suelen tener trascendencia clínica y cicatrizan muy rápidamente al cesar el tratamiento. Sin embargo, un porcentaje mucho menor, de aproximadamente un 2%, presenta una complicación clínicamente importante, como una verdadera úlcera en el duodeno o en el estómago, una hemorragia o una perforación, que puede ser potencialmente grave para la salud del paciente y que requerirá de tratamiento médico", subraya la Fundación Española de Aparato Digestivo.

QUÉ HACER AL PRIMER SÍNTOMA

   Con todo ello, la doctora Jiménez señala que si se sospecha de un sangrado digestivo debemos acudir a Urgencias para ser valorados y realizar un análisis de sangre para verificar la existencia de anemia. "Si presentamos síntomas dispépticos es suficiente con acudir al Médico de Atención Primaria", apostilla.

   En estos casos, indica que el tratamiento más importante sería una correcta prescripción de los AINEs, es decir sólo tomarlos bajo prescripción médica, durante el menor tiempo posible, y la menor dosis posible. "Cuando los síntomas son gástricos (como la dispepsia), estos pueden mejorar al añadir omeprazol o similar al tratamiento. También ayuda el tomarlos junto con alimentos, evitando tomarlos en ayunas", agrega.

   Si es posible tras la aparición de síntomas, Jiménez cree que puede plantearse el cambio de AINEs no selectivos a selectivos, o a otro tipo de analgésicos no antiinflamatorios. "Y en caso de alta sospecha o confirmación de úlceras o de sangrado digestivo deberán ser retirados", sentencia Susana Jiménez Contreras, Médico Especialista en Aparato Digestivo y portavoz de la Fundación Española de Aparato Digestivo.

   Finalmente, la doctora hace hincapié en que los síntomas y las lesiones producidas en el intestino delgado o en el colon no pueden ser prevenidas con omeprazol o sus derivados (comúnmente conocidos como 'protectores de estómago'), ya que estos últimos solamente previenen de los efectos adversos a nivel gástrico y duodenal.