La polipíldora cardiovascular, galardonada como mejor proyecto de Adherencia Multidisciplinar en los Premios OAT

Polipíldora cardiovascular, mejor proyecto de Adherencia Multidisciplinar
CNIC/FERRER
Actualizado: jueves, 25 octubre 2018 17:54

MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

La polipíldora cardiovascular, desarrollada entre el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y Ferrer, ha sido galardonada con el premio extraordinario al Mejor Proyecto de Adherencia Multidisciplinar en la I Edición de los Premios OAT.

Este fármaco, comercializado bajo el nombre de 'Trinomia', contiene en una sola cápsula tres principios activos indicados en la prevención de eventos cardiovasculares, como el infarto de miocardio, en quienes previamente han sufrido ya uno (atorvastatina, ácido acetilsalicílico y ramipril). Los pacientes solo necesitan tomar una cápsula en lugar de tres, con el fin de mejorar la adherencia al tratamiento en los pacientes crónicos y de alto riesgo cardiovascular.

Para conocer con precisión en qué medida la polipíldora reduce los eventos cardiovasculares, está en marcha el estudio 'SECURE', un ensayo clínico coordinador por el CNIC y financiado por la Unión Europea. El estudio cuenta con los doctores Valentín Fuster, como investigador principal, y José María Castellano, como co-investigador principal. El resultado, que se conocerá en 2020, ayudará a actualizar las guías de recomendación clínica para mejorar la prevención secundaria cardiovascular en pacientes de todo el mundo.

"La polipíldora cardiovascular no solo mejora la adherencia, sino que también minimiza las consecuencias derivadas de un mal seguimiento del tratamiento, como las hospitalizaciones y las defunciones. Estas últimas incrementan entre un 30 y 45 por ciento cuando no se toman los fármacos de manera adecuada", ha explicado el director de investigación clínica del CNIC, Borja Ibáñez.

La polipíldora cardiovascular nació a través de una colaboración público-privada entre Fuster, director del CNIC, y la farmacéutica Ferrer. La idea de una estrategia basada en la polipíldora fue propuesta por varios expertos a comienzos del presente siglo. Años después, Fuster, como presidente de la Federación Mundial del Corazón, consideró que este medicamento era una buena forma de promover la prevención secundaria cardiovascular.