La marihuana medicinal podría reducir el uso de opiáceos para controlar el dolor, según estudio preliminar

Fabricación de cannabis medicinal
Fabricación de cannabis medicinal - LINNEO HEALTH - Archivo
Publicado: lunes, 21 octubre 2019 18:03

MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

La marihuana medicinal podría reducir el uso de opiáceos para controlar el dolor crónico, según apunta una revisión sistemática de los estudios publicados hasta la fecha, y que se ha presentado en la reunión anual Anesthesiology 2019. Sin embargo, los científicos puntualizan que se debe realizar una investigación científica "mucho más rigurosa" para determinar si realmente existen beneficios para el alivio del dolor en el cannabis que puedan aliviar el dolor crónico.

El análisis se centró en siete estudios, cinco de los cuales concluyeron que la marihuana medicinal puede estar asociada con beneficios tales como disminución de las tasas de sobredosis de opiáceos, reducción del consumo de opiáceos, mejor calidad de vida y mayor control del dolor.

"En general, los resultados sugieren que la marihuana medicinal podría proporcionar algún beneficio para mitigar el uso indebido de opiáceos, pero los estudios no fueron ensayos controlados aleatorios que compararan la marihuana con un placebo, que es lo que necesitamos para determinar un verdadero beneficio. Hay otros asuntos a considerar, incluyendo los efectos secundarios y el hecho de que estos productos a menudo no están regulados", explica el líder del estudio, Mario Moric, bioestadístico del Centro Médico de la Universidad de Rush en Chicago (Estados Unidos).

Los efectos a largo plazo de la marihuana medicinal no se conocen ni se han estudiado todavía. La evidencia clínica preliminar sugiere que la marihuana podría tener efectos perjudiciales en el cerebro, tal y como recuerda el coautor del estudio, Asokumar Buvanendran, presidente del Comité de Medicina del Dolor de la Sociedad Americana de Anestesiólogos (ASA, por sus siglas en inglés) y vicepresidente de investigación del Centro Médico de la Universidad de Rush.

Los investigadores determinaron que el efecto de los estudios combinados fue de 0,59, lo que significa que se encontró que los beneficios de la marihuana medicinal eran de débiles a moderados en general, pero significativos. Cualquier cosa por encima de 0 es positiva y cualquier cosa por debajo de 0 es negativa; mientras 1 o más demuestra un fuerte efecto para este tipo de investigación.

Los diversos hallazgos de los cinco estudios que mostraron un beneficio positivo incluyeron una reducción del 29 por ciento en las sobredosis de opiáceos en los estados con marihuana medicinal y una reducción del 44 al 64 por ciento en el uso de opiáceos entre los pacientes con dolor crónico. Los otros dos estudios no encontraron pruebas de reducción del uso de opiáceos en general.

Uno de estos trabajos encontró que el dolor en realidad aumentó para un pequeño subconjunto de pacientes que usaban marihuana y que tenían más enfermedades y estaban más enfermos en general. Los investigadores apuntan que debido a que los estudios que reportan hallazgos positivos tienen más probabilidades de ser publicados que aquellos con hallazgos negativos, los resultados de esta nueva revisión sistemática podrían estar sesgados.

"Mientras esperamos una mejor investigación sobre la marihuana, los especialistas en dolor como los médicos anestesiólogos pueden ofrecer muchos medicamentos no opiáceos y otras alternativas para tratar el dolor crónico como inyecciones, bloqueos nerviosos, terapia física y estimulación de la médula espinal", concluye Buvanendran.

Los opiáceos a corto plazo pueden ser útiles para aliviar el dolor cuando se manejan con seguridad y se minimizan los riesgos, pero es necesario sopesar el uso a largo plazo en función del riesgo y el beneficio. Más de 11 millones de estadounidenses abusan de los opiáceos, más de 2 millones tienen un trastorno por abuso de opiáceos y se estima que 130 personas mueren de una sobredosis todos los días. Además, más del 20 por ciento de los estadounidenses sufren de dolor crónico, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés).