A debate el futuro de las vacunas terapéuticas en cáncer de pulmón

Jeringuilla, Inyección
Foto: FLICKR/ANDRES RUEDA
Actualizado: lunes, 29 septiembre 2014 12:58

MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -  

   El concepto de vacunación en cáncer de pulmón "tiene que replantearse",  ha asegurado el jefe del Departamento de Oncología Torácica del Hospital Grosshansdorf en Alemania, el doctor Martin Reck, quien ha propuesto "probar en su lugar los fármacos inhibidores de los puntos de control inmune".

   En estos términos se ha referido durante la presentación de los datos del ensayo en fase III MAGRIT, cuyos resultados e implicaciones han sido presentados este domingo en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología (ESMO 2014) que se celebra en Madrid, y que puede abrir el debate sobre el papel de las 'vacunas' terapéuticas en cáncer de pulmón.

   "Los resultados del ensayo MAGRIT son decepcionantes para los investigadores de vacunas terapéuticas, especialmente en cáncer de pulmón no microcítico, porque actualmente ya hay varios ensayos en fase III que no han cumplido con su objetivo principal", ha añadido.

   "Cuando se diseñó el estudio estábamos entusiasmados porque tenía unos objetivos claros, un buen fármaco que además era estimulador de la inmunidad y pensábamos que actuábamos en una fase muy temprana de la formación tumoral. Si alguna estrategia de inmunoterapia iba a funcionar tendría que haber sido en un contexto como el de este estudio y por tanto los resultados son una gran decepción", ha añadido.

   Mientras, el profesor Johan F. Vansteenkiste, primer autor del MAGRIT y profesor de Medicina en la Universidad Católica de Lieja(Bélgica) afirma que "la vacuna empleada en el ensayo MAGRIT podría llegar a proporcionar beneficio si se combina con inhibidores de los puntos de control inmune, fármacos capaces de revertir la capacidad del tumor de paralizar el sistema inmune, asimismo observa que otras formulaciones de la vacuna también podrían obtener mejores resultados.

   La quimioterapia adyuvante en cáncer de pulmón operable se ha convertido en el estándar de tratamiento tras los resultados del estudio IALT en 2004. Sin embargo, las tasas de curación permanecen bajas, en torno al 45%, y la quimioterapia postquirúrgica en general se tolera mal en los pacientes que han sido sometidos a una cirugía de  pulmón.

   En búsqueda de un mejor tratamiento tras cirugía para el cáncer de pulmón, el ensayo MAGRIT analizó la inmunoterapia contra el cáncer MAGE-A3 (también conocida como vacuna MAGE-A3). La proteína MAGE-A3 está presente en un tercio de los tumores de pulmón pero no se expresa en las células sanas, lo que la convierte en una posible diana farmacológica. La vacuna había demostrado previamente actividad anti-cáncer en melanoma metastásico y en un pequeño estudio en cáncer de pulmón resecado.

VOLVER AL LABORATORIO

   Para el ensayo MAGRIT, se analizaron muestras tumorales de 13.500 pacientes con cáncer de pulmón en busca de la presencia de la proteína MAGE-A3. Tal y como se esperaba, alrededor de un tercio de las 12.820 muestras válidas, es decir 4.210 pacientes, expresaban la proteína MAGE-A3, convirtiéndose en candidatos para participar en este estudio. Tras descartar a los pacientes que no cumplían otros criterios para entrar en el ensayo, el resto de 2.272 pacientes fueron asignados aleatoriamente en una proporción 2:1 a recibir, bien la vacuna MAGE-A3, bien placebo.

   De este estudio tan amplio, Vansteenkiste destaca la buena tolerancia de la vacuna MAGE-A3. "En ensayos anteriores encontramos un biomarcador predictor de respuesta que nos ayuda a identificar a los pacientes que más se podían beneficiar de este tipo de tratamiento", recuerda, sin embargo "la búsqueda de biomarcadores predictores de respuesta (tercer objetivo principal) se abandonó dada la ausencia de  efecto beneficioso del tratamiento".

   Para este experto, desafortunadamente las curvas de supervivencia de ambos grupos están superpuestas. "El tratamiento adyuvante con la inmunoterapia para el cáncer MAGE-A3 no aumenta la supervivencia libre de enfermedad comparado con placebo en la población total de estudio (uno de los tres objetivos principales) o en pacientes que no recibieron quimioterapia (otro de los objetivos principales). Muchos pacientes en este último grupo no toleraron la quimioterapia y la vacuna podría haber sido una buena alternativa", añade.

   En un comentario sobre las implicaciones de los resultados en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico, Vansteenkiste indica que "el MAGRIT es el mayor ensayo clínico que se ha hecho hasta la fecha en cáncer de pulmón no microcítico".

   Por lo tanto, en su opinión, "se une a la lista de intentos fallidos puestos en marcha en la última década para encontrar un tratamiento adyuvante que mejore la evolución tras la cirugía del cáncer de pulmón. Otros intentos han sido la quimioterapia personalizada según marcadores predictores de respuesta y el uso de terapias dirigidas como los inhibidores del EGFR. Ambas estrategias no han demostrado eficacia en ensayos a gran escala".

   Sobre el futuro de las vacunas para el cáncer de pulmón, Vansteenkiste cree necesario "volver al laboratorio para entender mejor los mecanismos de acción".

   "El cáncer de pulmón presenta un entorno inmunosupresor particular en el que determinados factores liberados por el tumor paralizan la acción del sistema inmune en las proximidades del cáncer. Varios ensayos con vacunas para el cáncer de pulmón han demostrado que las vacunas crean "soldados" eficaces (anticuerpos y células inmunes capaces de destruir las células tumorales, y por tanto lograr un efecto terapéutico). Pero el problema se localiza cuando se aproximan al "campo de batalla" (es decir, los alrededores del tumor, donde son bloqueados por factores del propio tumor)", explica gráficamente.

   El experto cree que inhibidores de punto de control inmune son nuevos agentes que "probablemente puedan revertir este proceso y permitir que la vacuna llegue a destruir las células tumorales cuando se dan en combinación". Otra área prometedora son otras vacunas que están en distintas fases de experimentación para pacientes con cáncer de pulmón; por el momento, este estudio "confirma que las vacunas son bien toleradas con efectos adversos moderados y sin un incremento en alteraciones mediadas por la inmunidad".