El condroitín sulfato podría retardar la progresión de la artrosis de rodilla y la implantación de prótesis

Actualizado: miércoles, 14 noviembre 2012 12:56

MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Unión Internacional de Farmacología (IUPHAR, por sus siglas en inglés), el profesor Patrick du Souich, ha asegurado que "numerosos" ensayos clínicos apoyan el uso del condroitín sulfato, solo o en combinación con la glucosamina, "como tratamiento eficaz para los pacientes con artrosis", ya que podría retardar la progresión de la artrosis de rodilla y la implantación de prótesis.

"Cada vez hay más pruebas que sugieren que ambos fármacos podrían retardar la progresión de la enfermedad y, por lo tanto, la implantación de prótesis", ha señalado este experto durante el simposio 'Lograr el éxito en el tratamiento de la artrosis', organizado por Bioibérica Farma, que tiene lugar en Washington (Estados Unidos).

En su opinión, retrasar la degradación del cartílago es mejorar la calidad de vida de los pacientes "pero también supone una disminución de la necesidad de implantar prótesis". "De esta forma, se podrían reducir de forma significativa los costes que esta enfermedad tiene en la sociedad", ha dicho.

Sus conclusiones están basadas en un ensayo clínico publicado en 'Annals of The Rheumatic Diseases' realizado en pacientes tratados con condroitín sulfato o placebo, en el que se observó que el condroitín sulfato ejercía un efecto protector, es decir, disminuía la pérdida de volumen del cartílago así como las lesiones del hueso subcondral.

Tras un período de seguimiento adicional de 4 años, ahora se ha observado que se implantaron más prótesis en el grupo que recibió el placebo (69%) que en el grupo tratado con condroitín sulfato (31%).

"Se puede concluir que el condroitín sulfato protege la pérdida de volumen de cartílago y revierte en la menor necesidad de implantar prótesis en pacientes con artrosis de rodilla y sinovitis", ha señalado, por su parte, el director de la Unidad de Investigación en Artrosis de la Universidad de Montreal (Canadá), el profesor Jean-Pierre Pelletier.