Uno de cada tres polimedicados toma protectores gástricos pese a no necesitarlos

El director de la Aquas, Josep Maria Argimon, y el conseller de Salud, Boi Ruiz
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 10 julio 2015 14:39


BARCELONA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

Uno de casa tres pacientes polimedicados toma benzodiazepinas --protectores gástricos-- pese a que no los necesitan porque ninguno de los múltiples fármacos que consumen para sus patologías requiere una protección estomacal extraordinaria, una tasa que está "muy por encima" de la media europea.

Es uno de los principales resultados de la 'Central de Resultados' que desde hace cuatro años elabora la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias (Aquas) de Catalunya para analizar los principales indicadores de hospitales y centros del Sistema sanitario integral de utilización pública de Catalunya (Siscat), y que ha sido presentado este viernes por el conseller de Salud, Boi Ruiz.

El abuso de los protectores estomacales ha ido en aumento en los últimos años, especialmente entre el colectivo de pacientes crónicos: en 2009 había un 22% de usuarios que los tomaban pese a no necesitarlos, ocho puntos menos que actualmente.

Esta sobremedicación detectada supone un coste de nueve millones de euros al año para el sistema sanitario catalán, por lo que acabar con este fenómeno "permitiría dedicar una cuantiosa partida a otras cosas más útiles para los pacientes".

MÁS RIESGO DE CAÍDAS

Además, los protectores estomacales incrementan el riesgo de caídas en ancianos --debilitan el calcio de los huesos--, por lo que acabar con esta bolsa de pacientes que no los necesitan contribuiría a evitar accidentes en este colectivo, y por ende, fracturas de fémur.

De hecho, la Central de Resultados incluye un informe monográfico sobre las fracturas de fémur en mayores de 65 años catalanes, que analiza la supervivencia desde el momento del accidente hasta su muerte: la mortalidad en el mismo hospital es del 5% y hasta un 24% fallecen antes de un año.

En 2013 hubo 8.172 ancianos que sufrieron una fractura de fémur, con una tasa de 5,93 por cada mil habitantes y principalmente mujeres de entre 85 y 89 años; la estada media en los hospitales de los afectados es de 11,1 días.

La gran mayoría de los ancianos consumía múltiples fármacos antes del accidente, con un gasto medio de 4.076 euros al año, pero en el momento de la fractura la cifra se disparó hasta los 10.797 euros: "Si se reduce la polimedicación injustificada --especialmente protectores de estómago y sedantes--, habría menos fracturas y menos gasto".

MORTALIDAD A 30 DÍAS

La Central de Resultados también arroja datos sobre la mortalidad a los 30 días del alta hospitalaria, que sigue una tendencia a la baja desde 2011: actualmente fallecen un mes después de abandonar el hospital una media del 11,2% de los pacientes ingresados por infarto, ictus y fractura de fémur.

Otro de los datos positivos registrado en los centros catalanes es la reducción de las tasas de infecciones contraídas por los pacientes en los hospitales --conocidas como nosocomiales-- se han reducido "significativamente" desde 2009, con una media actual de 0,17 casos por cada mil ingresos.

Especialmente se han reducido las infecciones adquiridas a través del catéter venoso central, lo que ha permitido ahorrar diez millones de euros, "que se han podido destinar a la mejora del servicio y a otras cosas".

SALUD MENTAL

El análisis de los registros de los Centros de Salud Mental Infantojuveniles (CSMIJ) revela que en 2014 se atendieron a 62.634 catalanes, un 27,6% más que hace seis años, aunque "no puede atribuirse a la crisis, sino que se debe a una mejor detección".

El 11,7% de los atendidos sufría un trastorno mental grave --el 53% más que en 2009--, 25.136 fueron nuevos casos, casi la mitad--, el 22,7% sufría trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) u el 8,4%, autismo.