Los antibióticos desarrollados en 1960, prometedores contra la tuberculosis

Bateria de la tuberculosis, Mycobacterium tuberculosis
ANDREA ABLASSER/EPFL
Actualizado: jueves, 29 septiembre 2016 8:32

   MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La primera generación de cefalosporinas --antibióticos introducidos como tratamiento contra las infecciones bacterianas en 1963--, ahora resultan prometedores para el tratamiento de la tuberculosis (TB), según un nuevo estudio publicado en 'Scientific Reports'. La tuberculosis, causada por 'Mycobacterium tuberculosis', es la enfermedad infecciosa más mortal en el mundo.

La terapia estándar contra la tuberculosis lleva por lo menos seis meses y los pacientes infectados con cepas resistentes a múltiples fármacos (MDR, por sus siglas en inglés) o resistentes a múltiples medicamentos (XDR, por sus siglas en inglés) se someten a tratamientos que duran incluso más tiempo (hasta 24 meses).

   El tratamiento se asocia a menudo con efectos secundarios graves. Los estudios indican que el coste de desarrollo de un nuevo medicamento se ha elevado a 2.600 millones. Pero este estudio in vitro indica que las cefalosporinas funcionan bien en general contra las bacterias que causan la tuberculosis, pero son aún más activas cuando se emplean en combinaciones sinérgicas con las terapias tradicionales y nuevas para la tuberculosis.

   "Las cefalosporinas se pueden tomar por vía oral y tienen un buen historial de seguridad a largo plazo, pero nunca fueron exploradas como una terapia para la TB", explica el director del estudio, Santiago Ramón García, microbiólogo de la Universidad de Columbia Británica (UBC), en Vancuver, Canadá.

   "Aunque estos son los resultados 'in vitro', sus potentes propiedades anti-micobacterianas sugieren que las cefalosporinas podrían emplearse como parte de nuevas terapias combinatorias contra la tuberculosis", subraya.

   "Debido a que las cefalosporinas ya están aprobadas clínicamente como fármacos, podrían probarse fácilmente en la clínica", dice el profesor Charles Thompson, de la UBC y que también dirigió el estudio.

   "Se necesitan con urgencia nuevos tratamientos para acortar la duración del tratamiento estándar y para la terapia para la tuberculosis MDR y TB-XDR", concluye este investigador del estudio, que se realizó en colaboración con el Centro GlaxoSmithKline para el Desarrollo Mundial de las Enfermedades bajo un acuerdo con la Fundación Tres Cantos Open Lab.