MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ortodoncia sirve como solución al deterioro progresivo que se produce a lo largo de los años en la dentadura, sin embargo, cada vez son más las personas que encuentran en la estética el principal motivo para realizarse este tratamiento, tanto que tres de cada diez españoles se lo haría solo por motivos estéticos, según el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2016.
"Un tratamiento, correctamente ejecutado, consigue el oportuno alineamiento de los dientes y normaliza la posición y el tamaño del maxilar y la mandíbula, de manera que pueden encajar bien entre ellos procurando la completa masticación de la comida, y al funcionar bien, estos no se estropean y se mantienen saludables, lo que asegura una larga vida a la dentadura, además de mejorar la sonrisa y, por tanto, la estética", ha subrayado la odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, Patricia Zubeldia.
Además de esto, cada vez son más los adultos que deciden someterse a una ortodoncia (el 35 por ciento se realiza a mayores de 18 años), concentrándose en edades comprendidas entre los 25 y los 45 años, según la Sociedad Española de Ortodoncia Invisible.
En cuanto al tipo de ortodoncia, "la edad del paciente es la que guía a los ortodoncistas a la hora de elegir el mejor aparato para este tratamiento aunque, además de este factor, también se tiene en cuenta el que sea más cómodo y estético para el paciente y le permita llevar una vida totalmente normal durante todo el tratamiento", ha explicado Zubeldia.
En este sentido, existen dos tipos de ortodoncia: la removible, en la que destaca la ortodoncia invisible (15,9% de los adultos); y la fija, donde lo más común son los brackets convencionales (metálicos), los linguales, en la que los brackets y arcos están fijados en la parte interna de los dientes (no están visibles), los de cerámica y los de zafiro, que son los más estéticos, ya que el material es transparente como el cristal.
MANTENIMIENTO UNA VEZ REALIZADO
Después de terminar el tratamiento con la ortodoncia, los aparatos de mantenimiento o 'retenedores' juegan un papel importante, pues, si se usan correctamente, permiten mantener la posición de los dientes indefinidamente.
Sin embargo, estos necesitan un cuidado, pues si son extraíbles, deben limpiarse una vez al día con cepillo especial de prótesis o cepillo de uñas de uso exclusivo para los retenedores, agua tibia, no caliente, y jabón de manos. También se pueden usar limpiadores de aparatos ortodóncicos efervescentes, aunque no reemplazan un buen cepillado y son complementarios de este, y deben guardarse en un estuche, para así evitar que se rompan o deformen.
"Además, para mantener la misma posición de los dientes es necesario evitar malos hábitos como morder objetos o apretar los dientes, ya que estos podrían cambiar de nuevo la posición de los mismos", ha destacado Zubeldia.
