¿Tienes grietas en las manos?

Manos, piel, crema
GETTY//DMYTRO_SKOROBOGATOV
Actualizado: sábado, 2 enero 2016 8:36

   MADRID, 2 Ene. (INFOSALUS) -

   La aparición de grietas en las manos sucede a muchas personas, especialmente en invierno. Hasta un 10% de la población puede padecerlas. La piel se fractura y pierde sus propiedades mecánicas, es la fase final de un proceso que ha sido precedido, con frecuencia, por sequedad extrema, picor y descamación y que puede estar asociado a un proceso inflamatorio cutáneo.

   Según explica a Infosalus el doctor Agustín Viera, dermatólogo y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), con el frío se produce una vasoconstricción periférica, llega menos sangre a la piel de las extremidades del organismo y con ello menos oxígeno, agua y nutrientes. La aparición de grietas está asociada, además, a la alteración del manto hidrolipídico que existe en la superficie de la piel y que permite que ésta ejerza de forma adecuada su función de barrera y del mantenimiento de la hidratación en la piel.

   “El frío altera las características de los lípidos del manto hidrolipídico de la piel, disminuyendo su porcentaje de ácidos grasos, colesterol y ceramidas, lo que ocasiona que esta barrera orgánica pierda capacidad para retener agua. Además en invierno, el uso de calefacciones reseca el ambiente y la disminución de la humedad ambiental agrava la situación”, señala el doctor Viera.

   Factores añadidos son además que muchas personas emplean las manos como herramienta de trabajo y están sujetas a factores externos hostiles como productos químicos e irritantes. Si a todo ello se une la existencia de alguna patología asociada a la piel como dermatitis atópica o psoriasis, existe un mayor riesgo de desarrollar grietas en las manos.

   “Una piel más frágil puede irritarse con más facilidad, inflamarse y fracturarse, lo que puede ocasionar también la aparición de alguna infección oportunista. En periodos más fríos como el invierno, en los que baja la humedad ambiental y el manto hidrolipídico se altera entramos en una espiral que agrava todo el proceso”, explica el dermatólogo, que añade que las grietas en las manos pueden aparecer también en el resto de estaciones.

   Con frecuencia la piel de nuestras manos en invierno se vuelve más áspera, se descama y finalmente se agrieta, algo que con frecuencia se asocia a inflamación o infección. La piel ha perdido su capacidad de defensa física e inmunológica que posee en condiciones de salud y cualquier fractura la hace más propensa a las infecciones. El picor y el rascado que ocasiona esta sequedad patológica a su vez, estimula la inflamación implicada en todo el proceso.

EN LA CONSULTA DERMATOLÓGICA

   Cuando llega hasta la consulta del dermatólogo un caso de grietas en las manos, el especialista analiza si existe un proceso subyacente y si la lesión se encuentra sobreinfectada. Trata la patología que lleva a la aparición de estas grietas, la infección si la hubiese y establece unos cuidados generales de la piel para restablecer su salud.

   “Con frecuencia las grietas son el estadio final de un eccema irritativo. La piel está más frágil en relación a la acción continuada de elementos irritantes. Observamos muchos casos de dermatitis derivadas de la ocupación laboral que se ve agravada si además en la persona existe alguna enfermedad debilitante de la piel como la atopia o psoriasis”, señala el dermatólogo, que apunta también a otras patologías como las intestinales, autoinmunes o incluso el hipotiroidismo como causas internas que pueden tener repercusión en la salud de la piel.

   Cuando existen grietas en la piel, el dermatólogo trata la infección, si la hubiese, con antibióticos y eliminaría también la inflamación. Pueden prescribirse además preparados tópicos para que la piel se recupere a base de humectantes que impiden que la piel pierda agua, como vaselinas y parafinas, e hidratantes que consigan captar el agua desde dentro, como el glicerol, sorbitol, urea, ácido láctico o ácido hialurónico, entre otras.

   Los productos tópicos que incluyen ceramidas, colesterol o avena aportan a la piel componentes similares a los lípidos naturales que la integran y ayudan a restaurar su barrera hidrolipídica para que pueda cumplir así su función de barrera física e inmunológica.

PIEL: ESCAPARATE DE LA SALUD

   La piel, además de ser el órgano más grande del cuerpo, refleja la salud general del organismo y la mayoría de patologías tienen un reflejo en ella. Un estilo de vida que incluya fumar, tomar alcohol y exponerse al sol va a generar un mayor número de radicales libres que deterioran las células de nuestra piel.

   Para la prevención de las grietas en la piel es bueno seguir una dieta equilibrada, que aporte a la piel los nutrientes que necesita, ejercicio que estimule la circulación sanguínea y que permita que lleguen estos nutrientes hasta ella y especialmente utilizar de forma repetida productos hidratantes que favorezcan la captación de agua desde nuestro interior y eviten la evaporación de la existente.

   Además, Viera, especialista de la Cínica Dermatológica Ivalia Dermis de las Palmas de Gran Canaria, recomienda para la higiene el uso de jabones con componentes humectantes, un pH ácido y una elevada tolerancia para todo tipo de piel junto al empleo de productos cosméticos suaves sin perfumes. El uso de prendas de vestir de algodón y no apretadas también incide en la salud de nuestra piel, así como limitar el consumo de tabaco o alcohol.