Consejos para que no te queme el sol

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Actualizado: viernes, 6 mayo 2016 11:30

   MADRID, 6 May. (EDIZIONES) -

   El daño de la piel está relacionado con una intensiva exposición solar, la cual suele darse sobre todo en los meses de verano. Para evitar que la dermis sufra es importante cuidar la piel antes, durante y después de los meses de máxima exposición solar, así como ser conscientes de que todos los días del año nos exponemos al sol y por eso, aunque el resto de meses la intensidad es menos, la prevención debe ser diaria.

   Desde la Sociedad Academia Española de Dermatología y Venerología, la doctora Lola Bou Camps, recuerda en la web de la sociedad médica que la piel, que constituye el órgano más extenso de nuestro cuerpo, necesita una serie de cuidados habituales durante todo el año y otros que podemos realizar en épocas determinadas.

   "Evidentemente va a depender mucho del estado previo de la piel de la cual partimos, de la edad, del fotoenvejecimiento previo, pero si se tienen en cuenta una serie de principios básicos, es posible lograr mejorar la calidad cutánea", señala.

    Los especialistas alertan de que una exposición al sol de forma continuada y sin una correcta protección puede degenerar en un fotoenvejecimiento (arrugas, manchas solares, flacidez cutánea y deshidratación de la piel), quemaduras graves e, incluso, la aparición de melanomas. En este sentido, la doctora Christina Schepers, jefe del departamento de dermatología de Clínica Planas, señala la importancia de "preparar la piel para una correcta exposición solar".

   Por ese motivo, en Infosalus recopilamos los principales consejos para mantener una piel en perfectos estado antes, durante y después de la exposición solar.

EN PRIMAVERA PREPARACIÓN

    Una piel sana y cuidada es reflejo de unos óptimos hábitos de salud, higiene y nutrición durante todo el año. Sin embargo, la primavera parece ser el momento elegido por la mayoría para ponerla a punto para el verano. Conseguirlo puede depender de unos hábitos que nos pueden ayudar a prepararla para la época estival.

   1. En los primeros meses templados, cuando llega la primavera es fundamental el uso de fotoprotectores todos los días, aunque no se vaya a la playa, y preparar al máximo la piel para contrarrestar los efectos negativos de los rayos ultravioletas del sol. Hay que recordado que la fotoprotección debe usarse todo el año, pero cuando llega la primavera tiene que ser un producto incondicional en la rutina de belleza corporal.

   2. También es bueno en esta época del año, planificar bien las sesiones de depilación, mesoterapia corporal, tratamiento de estrías, obesidades localizadas mediante mesoterapia o persa aparatología destinada a tal efecto y de la que disponemos en la actualidad, cuyos resultados son muy satisfactorios.

   3. Todo ello acompañado de dieta saludable, controlando la ingesta diaria de calorías y la hidratación necesaria bebiendo agua.

   4. No te olvides de hidratar la piel. Las bajas temperaturas y el viento del invierno suelen secar la piel. Por eso, los primeros días de primavera, los cuidados cosméticos deben seguir enfocados en hidratar en profundidad la piel con cremas hidratantes corporales con componentes 'humectantes' (glicerina, urea, lactato sódico, propilén-glicol, etc.) y componentes que impidan la pérdida de agua de la epidermis (lanolina, silicona, ceramidas, etc).

   5. Además existen tratamientos que estimulan la creación de colágeno y elastina. Para ello, Clínica Planas recomienda un tratamiento de bioestimulación lumínica. La doctora Schepers afirma que este tratamiento "bloquea, en parte, los efectos nocivos de los rayos ultravioleta que son los dañinos para la piel", a la vez que inhibe la formación de radicales libres, causantes del envejecimiento de la piel.

EN VERANO PREVENCIÓN

   Cuando llega el sol hay que mantener las precauciones, ya no se trata de preparar la piel, se trata de prevenir los riesgos que produce la exposición y, para ello, los expertos aconsejan:

   1. Utilizar el factor de protección más adecuado. Es fundamental proteger la piel de los rayos del sol con un factor de protección adecuado al tipo de piel y a las condiciones de exposición solar. En este sentido, "existen unas pautas básicas que deben seguirse", recuerdan desde Clínica Planas. En primera instancia, aplicar el factor de protección media hora antes de la exposición solar y, en segundo lugar, repetir esta operación cada 2 ó 3 horas, así como al salir del agua.

   2. Exposición progresiva. Una vez disponemos del factor de protección como aliado ineludible del verano, debemos ser conscientes de otra pauta que está relacionada con el tiempo de exposición solar. Es esencial tomar el sol de forma progresiva y no caer en la tentación de pasar largas horas bajo él en busca del bronceado.

   Así, las primeras sesiones deben ser de corta duración y, además, debemos evitar hacerlo en las horas centrales del día - que van de las 11.00 horas a las 17.00 horas-, que es cuando la luz ultravioleta es más intensa.

   3. Calmar la piel tras la exposición solar. La piel sufre en verano debido al deterioro que produce el sol, las altas temperaturas y la consiguiente pérdida de agua. Para compensar este efecto nocivo, es muy importante tras una exposición solar recurrir a un buen producto aftersun que cumpla las siguientes condiciones: calmante, suavizante, hidratante, antiinflamatorio y regenerador.

   4. Potenciar el consumo de alimentos beneficiosos para la salud de la piel. La dieta influye en la piel a nivel celular así que, en verano, debemos tomar alimentos ricos en caroteno y verduras para paliar los efectos de la exposición solar. En algunos casos puede estar indicada la prescripción de antioxidantes por vía oral antes de la época estival.

   Desde la Clínica Planas recuerdan que lo mejor es llenar tu despensa de zanahoria, tomate, sandía y el salmón. La zanahoria posee unos pigmentos llamados betacarotenos que, además de ayudar a conseguir un buen bronceado, protegen contra el envejecimiento prematuro de las células. El tomate contiene licopeno, que facilita la producción de colágeno y ayuda contra las líneas de expresión y las arrugas. En cuanto a la sandía, un 90% de su composición es agua, esencial para nuestra hidratación. El salmón es rico en omega-3, que es antiinflamatorio, y astaxantinas, que contienen antioxidantes que protegen de los radicales libres producidos por los rayos ultravioletas.

   6. Conocer el estado de la piel. La doctora Schepers recomienda para conseguir un bronceado perfecto y uniforme, como primer paso, conocer el estado de nuestra piel. En este sentido, Clínica Planas cuenta con la tecnología del sistema de imagen IOMA, que permite realizar una evaluación completa de la piel del paciente.

EN OTOÑO RECUPERACIÓN

   Tras el verano, llegan los cuidados posteriores para eliminar los posibles recuerdos que el sol haya tatuado en nuestra piel si no se han seguido los consejos anteriores. Después de los meses de verano y la constante exposición solar, aparecen las temidas manchas oscuras en el rostro, manos y escote.

   1. Aplicar tratamientos específicos para recuperarse de los efectos del sol. Desde Clínica Planas, se apuesta por el láser para eliminar los comunes lentigos solares. El láser tiene como característica la liberación de una gran cantidad de energía en un período de tiempo muy corto. Esa irradiación es absorbida por las manchas cutáneas y destruye los pigmentos sin afectar a la piel circundante y sin dejar cicatrices.

   2.- Tanto en otoño como en invierno es conveniente hacer una puesta a punto general de cuidados intensivos. La doctora Bou Camps recuerda que hay que mantener unos hábitos de nutrición saludable y contrarrestar la oxidación con Vitamina C.