MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
La responsable de la Unidad Láser de la Clínica Planas, la doctora Montserrat Planas, ha desarrollado la técnica SR-LIP, 'Reestructuración Selectiva de Implantes Permanentes en los Labios', un tratamiento específico para eliminar granulomas en los labios y reducir volumen indeseado causado por silicona u otros implantes labiales.
"Los productos se entraman dentro de la mucosa de los labios. Por este motivo es necesario un tratamiento particular para esta zona", ha afirmado la doctora. El SR-LIP consiste en un parrillado, es decir, en la realización de perforaciones para descomprimir los labios. Esta técnica se aplica mediante un láser de CO2 de última generación que 'volatiliza' el producto de forma selectiva.
La técnica se realiza bajo anestesia local y no requiere de hospitalización. Son necesarias diversas sesiones para obtener resultados óptimos y asegurarse de que los labios no pierdan más volumen del deseado. "Somos conscientes de que si ese paciente tiene un implante es porque le gusta tener unos labios con volumen. Por lo tanto, reducimos los labios progresivamente en diversas sesiones hasta el punto en que el paciente no tenga granulomas y esté satisfecho con la forma y grosor de sus labios", ha afirmado la doctora Planas.
UNA TÉCNICA HABITUAL
La aplicación de productos de relleno faciales es una técnica habitual para remodelar facciones y conseguir una imagen armónica que se ajuste a los criterios estéticos del paciente. "Los productos que se utilizan hoy en día deben ser reabsorbibles para evitar posibles efectos secundarios, pero hace años se aplicaban productos permanentes o semipermanentes que, ocasionalmente, causaban efectos indeseados", han señalado desde la clínica.
Uno de los efectos secundarios más comunes es que el sistema inmunitario aísle los productos de relleno y genere unos nódulos llamados granulomas. Estos encapsulamientos de implantes son algo más que un problema estético ya que pueden llegar a ser dolorosos e incluso a incapacitar algunos movimientos faciales. Además son un efecto bastante imprevisible ya que se pueden producir granulomas, años e incluso décadas después de la intervención que los ha causado.
