MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) - Investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, han demostrado que el medicamento anestésico ketamina, en dosis bajas, tiene un efecto rápido en la depresión difícil de tratar y han identificado el objetivo clave para el fármaco, que son los receptores de serotonina específicos en el cerebro.