Virus respiratorio sincitial: ¿le damos la importancia necesaria?

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Actualizado: martes, 1 marzo 2016 14:48

   MADRID, 29 Feb. (EDIZIONES) -

   Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es el virus que tiene más impacto en los niños, infecta al 95 por ciento de los niños menores de 5 años en algún momento y es mucho más severo si la infección se produce en los primeros meses de vida.

   Según explica a Infosalus la doctora Beatriz Pérez-Gorricho, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el virus respiratorio sincitial (VRS) es un virus al que no se le presta la importancia suficiente en relación a lo que sucede con otros virus a pesar de que es la causa que más infecciones respiratorias produce en la población infantil y a escala mundial, es el motivo de que se produzcan entre 3 y 4 millones de ingresos hospitalarios en todo el mundo.

Es motivo de más de 100.000 urgencias en España

   Este virus en la población infantil en el mundo supone la segunda causa de mortalidad tras las muertes por el paludismo en los niños de menos de un año en los países subdesarrollados. En España es una infección que cursa generalmente sin consecuencias aunque, tanto en niños sanos como en los que tienen una enfermedad de base, la infección puede dejar secuelas o predisponer a enfermedades respiratorias crónicas.

   La clínica habitual es compatible con un cuadro del virus gripal o respiratorio pero produce una respuesta inflamatoria muy importante y más grave en los menores de dos años, ya que cuanto más inmaduro es el sistema respiratorio la infección puede producir complicaciones más severas, dando lugar a gran parte de las bronquiolitis que se registran en su temporada de circulación.

   De ahí que los niños con mayor riesgo sean los bebés prematuros, los niños con displasia broncopulmonar congénita, enfermedades neurodegenerativas, cardiopatías congénitas o síndromes cromosómicos como el de Down; o con alguna otra enfermedad de base que dificulte o altere la respuesta inmune. Los menores de seis meses son los que tienen más riesgo de gravedad y complicaciones.

   Además, tienen un mayor riesgo de enfermedad los niños nacidos en la temporada bien definida de diciembre a marzo, sobre todo los que nacen en la primera mitad y son muy pequeñitos y acuden a guarderías cuando es mayor la posibilidad de transmisión.

   Según señala la doctora, responsable de la Unidad de Medicina Preventiva y Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Niño Jesús de la Comunidad de Madrid, es el motivo de más de 100.000 urgencias en España y entre 2.000 y 4.000 estancias (niños ingresados/días) en los hospitales cada año con una estancia media cada niño de entre cinco y seis días.

   El VRS suele desaparecer de las urgencias cuando aparece la gripe y su impacto está más infraestimado a pesar de que la ocupación de las camas por esta infección en este hospital madrileño puede superar el 30% en esta época predominante y de que se tomen todo tipo de medidas para contener el contagio en las instalaciones hospitalarias.

EL CICLO DEL VRS

   Es a partir del quinto día de enfermedad cuando el niño evoluciona hacia la mejoría o empeora, así que su valoración se realiza entre los tres y cinco días. La transmisión se produce por el contacto con las secreciones a través de las manos y los objetos que haya tocado el niño. Aunque sea un virus respiratorio es más difícil que la transmisión se produzca a través de las gotas.

   "Sí, hay más posibilidades de transmisión directa si se contacta con el niño infectado muy de cerca o en torno a un metro. De ahí la importancia en primer lugar de la higiene de manos después de los cuidados que se administren al niño así como de los objetos y el entorno con presencia de secreciones con virus en manos y juguetes", señala la doctora.

   La evolución de la infección es en general benigna, sin complicaciones y sin secuelas. Sin embargo, los niños con factores de riesgo pueden tener complicaciones. Además, estos niños que han sufrido una infección severa tienen entre un 60% y un 70% de posibilidades de recidiva en el año siguiente y al tercer año, entre un 30% y un 40%.

   La infección y la reacción inflamatoria mantenida pueden tener graves complicaciones capaces de llevar a la unidad de cuidados intensivos al niño dado que se produce un esfuerzo respiratorio importante por recibir aire por una respuesta inflamatoria que ocasiona tos, fiebre, bronquiolitis y derivar en neumonía o asma.

   Pero además, el virus puede dejar secuelas importantes para toda la vida como problemas respiratorios, asma, inflamación crónica de los bronquios, etc., si además estas personas viven en ambientes con tabaco o en localizaciones geográficas de altitud donde el oxígeno está menos disponible, los riesgos son mayores.

MEJORAS EN EL DIAGNÓSTICO

   Se ha avanzado mucho en el diagnóstico ya que existe una prueba muy sensible y específica al 70% con una sensibilidad del 100% que es la prueba de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, según sus siglas en inglés). Esta prueba se realiza desde hace unos meses en las urgencias hospitalarias, con gran sensibilidad y especificidad y permite que un niño ingrese ya con el diagnóstico de la enfermedad pues el resultado se tiene en sólo una hora.

   El tratamiento consiste en oxigenoterapia y suero fisiológico inhalado ya que otras terapias se han dejado de emplear por su escasa o nula eficacia. Así cada vez se usan menos los broncodilatadores o los antiinflamatorios y al tratarse de un virus no se proporcionan antibióticos, lo que supone un uso más racional de ellos.

   Se emplean antivirales como la ribavirina que es de amplio espectro y en los casos más graves y en los últimos diez años en casos escogidos el anticuerpo monoclonal palivizumab como preventivo una vez al mes y en cuatro a cinco dosis. Este medicamento aún está lejos del ideal, además su eficacia y la relación coste eficacia aún no es la deseable, señala la doctora, pero puede ayudar a que la infección que se produzca en los niños de más riesgo sea menos grave.

VACUNAS Y TRATAMIENTOS EN ESTUDIO

   Aunque se ha mejorado en el diagnóstico está pendiente el desarrollo de una vacuna aunque existen algunas candidatas en estudio para evitar la fusión del virus a la célula huésped, con virus atenuados o su empleo en embarazadas. En este último caso una posible vacuna a la gestante, que transmitiría las defensas al recién nacido, protegería al bebé entre los 4 y 6 meses de vida para después recibir una dosis de recuerdo. También se plantea esta posible vacunación para los mayores dado que el virus afecta a esta población con efectos graves.

   Están en estudio otros tratamientos con anticuerpo monoclonales que inhiben la fusión de las proteínas del virus con las células humanas y otros mecanismos de la expansión del virus en el organismo. Queda pendiente el estudio epidemiológico pormenorizado de las distintas regiones del país y de la causas de aparición del virus con algunas diferencias según zonas geográficas. H

   "El coste asistencial en Europa varía entre los 9.000 euros en Holanda y los 3.000- 5.000 euros por paciente en España. El daño respiratorio en el niño sumado a la angustia que genera un niño con VRS a sus padres y demás convivientes justifica plenamente todos los esfuerzos dirigidos a prevenir y a lograr mayores avances en la prevención, control y tratamiento del VRS", concluye la doctora.

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