Cómo tratar el carcinoma basocelular con menos toxicidad e igual eficacia

Erivedge, vismodegib
ROCHE
Actualizado: martes, 9 junio 2015 18:30


MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Una investigación con participación española ha demostrado que suspender temporalmente el tratamiento del carcinoma basocelular localmente avanzado o metastásico, el cáncer de piel más frecuente, permite mejorar la toxicidad sin comprometer su eficacia.

El trabajo, que fue presentado en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, en sus siglas en inglés) celebrado en Chicago, probó esta interrupción temporal con el fármaco oral vismodegib, comercializado por Roche como 'Erivedge', el primero diseñado de forma específica para estos tumores.

De este modo, y tras analizar su uso en 499 pacientes, vieron que introducir suspensiones temporales de dos, tres o cuatro semanas --la mediana de interrupción fue de 22 días-- no comprometía la eficacia del tratamiento en términos de tasa de respuesta y supervivencia libre de progresión, tiempo que tarda el tumor en progresar.

Este tumor, el cáncer de piel más frecuente en Europa, Australia y Estados Unidos, se considera curable pero en una proporción reducida de casos evoluciona de forma agresiva si el problema no se trata. Y en otros casos, tras varias cirugías o radioterapia el tumor progresa a una forma avanzada difícilmente abordable con cirugía y que afecta localmente (por ejemplo órganos sensoriales (oído, nariz u ojos) o a distancia (por ejemplo huesos y otros órganos).

Según el doctor Luis de la Cruz, oncólogo del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, los resultados de este trabajo son "interesantes porque pueden tener aplicación en la práctica clínica habitual".

"Disponemos del primer fármaco específico para estos tumores, que además consigue altas tasas de estabilización de la enfermedad y respuestas objetivas (completas y parciales) prolongadas. Por eso es importante encontrar una manera de superar problemas de toxicidad sin tener que renunciar completamente al fármaco", ha explicado.

Las suspensiones del tratamiento permiten manejar mejor los dos problemas más comunes de toxicidad asociados al empleo de vismodegib: los espasmos o calambres musculares y la disgeusia o falta de sabor de las comidas.

"No tenemos nada realmente eficaz para paliar estos efectos, pero sí podemos interrumpir el tratamiento. Cuando lo hacemos, conseguimos que ambas toxicidades desaparezcan y podemos entonces reintroducir el tratamiento con garantías de eficacia", ha destacado.

En el estudio han participado un total de 22 hospitales españoles. Además del Macarena están el Hospital General y el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), en Valencia; el Hospital Universitario Virgen de la Salud de Toledo; los hospitales 12 de Octubre, Gregorio Marañón, Reina Sofía, Sureste y Fundación Hospital de Alcorcón, en Madrid; el Hospital de Cruces de Vizcaya; el Hospital Son Espases de Palma de Mallorca; el Hospital de León; el Hospital Virgen de las Nieves de Granada; la Clínica Universitaria de Navarra (CUN); los hospitales Santa Creu y Sant Pau, y el Clínic de Barcelona; el Hospital Universitario de Gran Canarias Dr. Negrín; el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria de Tenerife; el Hospital Morales Meseguer de Murcia; el Hospital Central de Asturias; el Hospital Miguel Servet de Zaragoza; y el Hospital General de Guadalajara.