El trasplante de hígado logra supervivencias de 20 años en casos de amiloidosis familiar

Trasplante de hígado en el Hospital de Bellvitge
HOSPITAL DE BELLVITGE
Actualizado: jueves, 4 febrero 2016 11:03

   L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El trasplante de hígado como tratamiento para la amiloidosis familiar, una enfermedad rara antes incurable, ha conseguido una supervivencia de más de 20 años en el 55,3% de los enfermos tratados, según un estudio internacional en el que ha participado el Hospital de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat.

   La amiloidosis familiar o enfermedad de Andrade es una patología neurodegenerativa de origen genético que afecta a unas 8.000 personas en el mundo y que, si no se realiza tratamiento, acaba provocando una incapacidad grave y la muerte en un plazo de diez a 15 años, según ha informado el Hospital de Bellvitge este jueves en un comunicado.

   En 1993 se inició con éxito el tratamiento de la enfermedad mediante un trasplante hepático, de forma que el afectado de amiloidosis recibe un hígado de cadáver y su órgano es inmediatamente trasplantado a una tercera persona, buscando el perfil de un paciente mayor de 65 años afectado de cirrosis por hepatitis C o hepatocarcinoma que no llegará a desarrollar la amiloidosis.

   El Hospital de Bellvitge ha llevado a cabo 41 trasplantes de estas características para el tratamiento de la amiloidosis.

   El responsable de la Unidad de Trasplante Hepático de Bellvitge, Joan Fabregat, ha destacado que "lo más relevante del trasplante dómino es que permite ampliar el pool de donantes y esto es importante teniendo en cuenta la desproporción actual entre el número de donantes y los pacientes en lista de espera".

   Desde principios de 2014, el Hospital de Bellvitge cuenta con la Unidad Multidisciplinaria de Amiloidosis Familiar, que aglutina a diferentes especialistas que facilitan el diagnóstico precoz y el tratamiento de los pacientes.

   Según la doctora Laura Lladó, cirujana de esta unidad, ha explicado que "por el hecho de tratarse de una enfermedad rara y por la variedad de síntomas con los que se puede presentar, fácilmente puede ser confundida con otros procesos neurológicos y no neurológicos, por lo que poder hacer un seguimiento de los pacientes y de sus familiares permite hacer una evaluación más precoz y precisa".