Un tercio de las víctimas de un atentado terrorista experimentan estrés postraumático

playa del atentado en Túnez
REUTERS
Actualizado: miércoles, 1 julio 2015 14:09

   MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Un tercio de las personas víctimas de un atentado terrorista, es decir que han estado en peligro de muerte, experimentarán un trastorno por estrés postraumático, según ha explicado el director de Salud Mental de las Hermanas Hospitalaria del Sagrado Corazón, el doctor Francisco del Olmo.

   Del Olmo, quien ha participado en el marco de las VI Jornadas de Salud Mental y Rehabilitación Psicosocial, organizadas por la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón, ha explicado en una entrevista a Europa Press cuál es la huella que provoca haber sufrido un ataque terrorista como el ocurrido el pasado viernes contra dos hoteles de Susa en Túnez, y que dejó 38 muertos entre los turistas.

   "Un trastorno postraumático es una reacción ante un suceso traumático fuera de la experiencia habitual", señala este experto, recordando que suelen estar relacionados con el miedo a la perdida de la vida o de la integridad.

   "No vale un trauma cualquiera", señala ante la evidente "tendencia al abuso del termino". Así, que un hecho traumatice depende de varios factores, aunque es la "crudeza del trauma" la que más peso tiene sobre el afectado.

   Tras un suceso de estas características, las víctimas se enfrentan a la reexperimentación del recuerdo, "les sobreviene el trauma", lo que provoca sensación de evitación, embotamiento afectivo, acompañado de una alta activación emocional, que es seguido de angustia, insomnio y activación. "Si esto dura más de un mes se considerará un trastorno por estrés postraumatico", advierte.

   Ante una situación como la vivida en Túnez, el trauma, y la gravedad del mismo, dependerá de factores como el hecho de ver al agresor, que el acto esté provocado por la mano del hombre, que se trate de una mujer o un hombre el que la sufre, la personalidad previa y cómo uno reacciona a la hora de hacer frente al trauma.

LA VÍCTIMA SE RECUPERA

   En general, destaca el experto, hay una fase inicial de 'shock', lo que se llama la disociación, desconexión del medio; seguida de una fase de incredulidad o negación; luego es frecuente que se produzcan varias emociones como ansiedad, vulnerabilidad o emociones básicas como la culpa o la vergüenza; además es posible que se produzcan trastornos psicosomáticos y la evitación de situaciones parecidas.

   La duda es si éstas personas consiguen recuperarse. Al respecto, del Olmo afirma que "la gran mayoría de las personas se recuperan, al cabo de un tiempo los síntomas serán leves y no afectarán a su vida". El experto estima que cuando se cumple el primer año solo un 10 por ciento de las víctimas seguirán viéndose afectadas en su día a día; no obstante, ninguna de las víctimas olvidará lo que ha ocurrido.

   Hay una cierta discusión entre los especialista sobre las terapias, aunque sí hay acuerdo sobre el apoyo inicial a las víctimas en cuestiones que les den seguridad. Respecto a intervenciones que se hacen de manera sistemáticas consistente en hablar del trauma al poco tiempo de producirse, este experto entiende que de realizarse deben ir acompañadas del acompañamiento práctico no es efectiva. "Hablar por hablar sin apoyo asegurado no tiene mucho sentido", afirma.

   En los casos más graves, cuando el trastorno se hace crónico, "el tratamiento es mucho más complejo", hasta el punto de convertirse en "un verdadero reto". Estos pacientes son considerados uno de los más complicados en la salud mental y la intervención combina farmacoterapia y psicoterapia.

   "Todas las intervenciones que se hacen con el objetivo final de que la persona resexperimente de una forma muy controlada el trauma, con mucho cuidado, que no suponga un retraumatización. Es una reexposición controlada y una reintegración, porque con el trauma se ha desintegrado la personalidad", explica.